Popularidad de la mandataria baja y los argentinos creen que su esposo tiene influencia sobre ella.
El paro de los productores agrícolas argentinos evidenció el importante papel que, entre sombras, cumple el ex presidente Néstor Kirchner en el gobierno de su esposa, la mandataria Cristina Fernández.
“Es un matrimonio que actúa con mucha sintonía. Es una sociedad política. Ella le dejó el espacio político a él, pero no hay entre ellos una puja para ver quién se queda en el escenario”, dice el consultor político Roberto Starke.
Publicidad
Kirchner (2003-2007) fue el segundo presidente argentino que completó su mandato desde el retorno de la democracia, en 1983, luego de otro peronista: Carlos Menem (1989-1999). Fernández fue la primera mujer en el mundo que sucedió a su esposo en la Presidencia.
Según una antigua definición de la propia mandataria, los Kirchner funcionan “simbióticamente en la vida” desde que se casaron en 1975 y se refugiaron en la despoblada provincia patagónica de Santa Cruz, desde donde construyeron una trayectoria política que desembocó en la Casa Rosada.
Publicidad
En un mitin el miércoles en la Plaza de Mayo para respaldar al gobierno ante el mayor paro rural de la historia, el ex presidente abrazó sobre el escenario a su esposa y le susurró “te amo mucho”, sellando esta asociación ante decenas de miles de manifestantes como testigos. “El abrazo fue una señal, fue dar la sensación de que los dos van de la mano en esto”, dijo Starke.
“Con Cristina discutimos política. Estamos juntos desde hace 33 años. Fuimos presos juntos, nos pasó de todo. (...) Pero bueno, la que decide es ella (...) Ella tiene todo lo que hay que tener y somos soldados que la estamos acompañando” aseguró Kirchner el martes.
La influencia de Kirchner ha sido criticada en el diario Clarín, que en una nota del pasado 8 de junio reconoce que “Cristina es Fernández pero también es la esposa de Kirchner”.
El rotativo señala: “los argentinos aún no conocemos el verdadero potencial de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta (...) porque hasta ahora se ha dedicado a administrar el país como si el suyo fuera el segundo mandato de Néstor Kirchner”.
Agrega que “Cristina no logra despegarse de la sombra de Néstor Kirchner”, lo que la ha perjudicado bajando su popularidad a un 20% según varios sondeos.
Sobre quién toma las decisiones en el país, un 41% nombró al matrimonio Kirchner en conjunto, 34% respondió que es él y el 19%, ella.
Para el Clarín, en su edición del pasado 8 de junio, Cristina Fernández tiene dieciséis meses “para probar si en su estilo hay espacio para un ejercicio del poder más personal y menos atado a los ejes del mandato de Kirchner”.
Un diario digital, El periodico.com, reseñó la polémica entre el ministro de Economía, Martín Lousteau, y Kirchner, señalando que esta nació cuando el ex ministro recomendó a la presidenta bajar el ritmo de crecimiento de la economía, del 9% actual a un 6%, para un mayor control de precios, así como de la creciente inflación.
En respuesta, Kirchner, en su primer acto público como jefe del Partido Justicialista (peronismo), lo acusó de pertenecer a “los que fundieron el país y quieren ahora enfriar la economía”. Lousteau dimitió.
Otros analistas en Lavozdigital.es resaltan que “Kirchner no tiene cargo en el Ejecutivo pero maneja la economía y pretende que los titulares de esa cartera le respondan sin chistar, estilo que muchos ministros difícilmente aceptan”.
Según Starke, a medida que la crisis del campo fue dejando de ser una controversia de orden técnico, para ser un cuestionamiento político, la imagen del ex presidente fue creciendo y “Cristina se fue desdibujando”.
“En el peronismo crece la crítica y la oposición a (Néstor) Kirchner”, aseguró el analista político Rosendo Fraga.
Como presidente del peronismo, el ex mandatario se ha convertido en una figura central del gobierno de su esposa, alimentando versiones sobre la existencia de un doble comando en la toma de decisiones.
La idea del “doble comando”, repetida por analistas, es negada por Néstor Kirchner, quien se define como “un soldado” del gobierno de su esposa.
Otros, incluso, en el entorno presidencial relativizan el doble poder al estimar que en realidad este es ejercido solo por el ex presidente, dijo una fuente gubernamental anónima.
“Néstor Kirchner habla y se mueve como si fuera un primer ministro.
Dice que es un soldado que acompaña y defiende, pero se siente un general en operaciones. Es el poder real”, señala el periodista político Reynaldo Sietecase.
Cifras
46%
de votos obtuvo Fernández para ser electa presidenta.
20%
de popularidad tiene Cristina Fernández según un sondeo de la empresa Poliarquía. La consultora Giacobe da 19,9%.
46%
de los argentinos tienen una imagen negativa de la mandataria.