Protagoniza In Bruges junto con Ralph Fiennes y Brendan Gleesson. La película es una comedia negra con tintes de thriller que sitúa su acción durante las fechas navideñas entre dos asesinos a sueldo, uno de ellos Farrell. Las tupidas cejas, un arete en cada oreja, la barba de tres días sin afeitarse o el largo despeinado look con el acento irlandés de algunas malas palabras (que no se transcriben en la entrevista) son la marca registrada de Colin Farrell. La imagen de chico malo, los rumores sobre algún romance pasado con Angelina Jolie o los éxitos de Phone Booth y el más reciente Miami Vice seducen a las admiradoras que destacan la naturalidad con que él maneja su estrellato. Tan sencillo como siempre, lo entrevistamos en Beverly Hills, por el adelanto sobre una película tan diferente como la producción independiente In Bruges, donde interpreta a un asesino a sueldo a punto de ser asesinado en las afueras de Bruselas, en Bruges. Pregunta: ¿Hay algo en los personajes de cine que se identifican con el verdadero Colin Farrell?Respuesta: Las canas, el pelo blanco que me está creciendo, es de verdad. P: ¿Por qué no muestra en cine sus tatuajes o los dos aretes que lleva puestos?R: (Riéndose) Simplemente porque no creo que pueda encontrar alguien tan vanidoso como yo. Es pura confianza personal, si te gusta ponerlo de alguna forma. No lo sé, hasta ahora no me parece haber encontrado alguien que use tantos tatuajes o aretes como yo. P: ¿Se identifica con el sentido del humor de algún personaje?R: Sí, pero el gran sentido del humor solo se lo puedo adjudicar a los autores. Ellos lo crean, yo solo pongo la firma. Es verdad que en la película In Bruges comparto el mismo sentido del humor, pero soy conocido por reírme a carcajadas y él no se ríe para nada. También me gusta ese tipo de gente que se nos cruza de vez en cuando, sin saber lo graciosos que son y terminas riéndote con ellos, mientras ellos no entienden por qué los encontramos tan graciosos, aunque lo sean. Mi personaje no tiene idea de lo divertido que es, pero tiene tanta pureza y honestidad que vale la pena disfrutar un momento con él. P: ¿Ni siquiera agrega a veces algunos típicos insultos suyos, en medio de un diálogo?R: Ni siquiera eso. Respeto siempre el guión. Y hoy me estoy comportando bastante bien. ¿No? P: ¿Con la película In Bruges es la primera vez que utiliza el verdadero acento irlandés en cine?R: Sí. Fue adorable, muy adorable, porque el acento es una buena avenida para cualquier personaje, ayuda a meterse y entenderlo mejor. Supongo que también tiene el lado malo, al mostrar algo tan personal, pero lo vale si se identifica con el personaje. Hubo momentos en que conscientemente no me sentí tan cómodo, pero fue buenísimo agregar ese lado con un 100% de energía en el texto. Fue encantador. P: ¿Cuáles son las cualidades que mejor identifica a un irlandés?R: Todavía lo estoy buscando, ni siquiera yo estoy seguro de lo que significa ser irlandés. Si pudiera averiguarlo, ganaría una fortuna. P: ¿Cree en Dios? ¿Es tan religioso como son los irlandeses?R: El tema de la fe y absolución es suficientemente... no quiero decir la palabra ‘tediosa’, porque tampoco quiero ofender a los miembros de mi familia, pero ciertamente la fe debería basarse en algo donde se cuestione constantemente el escepticismo. Hay momentos de fe para todos. P: Por ejemplo, ¿cree en la culpa después de hacer algo malo, los pecados, la vida después de la muerte y todo eso?R: ¿Si creo en la culpa y los pecados? Seguramente creo en la culpa y el pecado. ¿Realmente creo en la vida después de la muerte? Todavía es un fantasma para mí, pero es algo en lo que me gustaría creer. Lo de ‘todo eso’ sería una conversación mucho más larga (ahora sí aparecen las típicas risas y carcajadas que comentaba antes). Uno de los solteros más codiciados de Hollywood, Colin Farrell, en verdad estuvo casado en el 2001, por apenas cuatro meses, con la actriz inglesa Amelia Warner. Ni siquiera había aparecido todavía en Minority Report, pero en la época de la película Phone Booth, sin casarse, tuvo un hijo con la modelo Kim Bordenave. El noviazgo más controversial lo tuvo después, con la modelo Nicole Narain, cuando Colin tuvo que llevarla a juicio para que no le vendiera a Playboy un video que los dos habían filmado durante unas privadísimas relaciones sexuales. Hoy, Colin Farrell vive solo, en un penthouse de Dublín, aunque tiene otra casa en Los Ángeles, que apenas ocupa cuando tiene que rodar una película en Hollywood. P: El título de la película In Bruges se refiere a la ciudad donde transcurre la historia y no parece ser un lugar favorito para su personaje cuando dice que ‘el infierno debe parecerse a Bruges’. ¿Era tan así en la ciudad?R: Era un pozo de mier... (ríe). De verdad es un pozo de mier... P: ¿No aprovechó cierto tiempo para pasear como turista o ver algunos paisajes?R: No había muchos más paisajes de los que se ven en el viaje de camino al hotel desde el aeropuerto. Eso fue casi todo. Y después los volvía a ver de nuevo, una y otra vez, todos los días (más risas). Pasamos buenos momentos, pero llegamos en medio del invierno y oscurecía a las cuatro de la tarde. A esa hora no quedaba nadie en la calle y definitivamente es la exacta descripción de lo que uno espera de una ciudad ubicada en cualquier frontera. En medio del invierno no hay nadie. Y en cierta forma es lo simpático de la historia de mi personaje, porque él se siente mal en los tres días que pasa en el lugar, con desesperación y culpa, en medio de una ciudad hermosa con edificios medievales increíbles. Al principio también me sentí tan solitario como mi personaje. Después volví durante la primavera y el lugar era encantador, lleno de turistas. Se puede regresar al mismo lugar en el mundo, en diferentes etapas, esperando encontrar algo diferente y al final notas que todo es lo mismo y solo nosotros somos los que cambiamos. En esta ciudad al menos hallé lo que me ayudó con mi interpretación. P: ¿Qué es lo que tanto lo atrajo del guión?R: Las palabras o la superrealidad con la forma en que hablan los personajes. Les entendía exactamente lo que decían; sabía la razón cuando decían lo que decían, aunque haya ciertos temas que se enmascaran sin saber lo que se dice realmente. Al mismo tiempo, nunca antes escuché otros personajes hablando de esta manera. Para nada. Nunca vi tanta honestidad en la forma de hablar. Y como le dije al director, había demasiados subtextos que yo pensaba que no tenían nada que ver, como cuando en el ensayo analizamos el hecho de dos asesinos turistas, cuando sí tiene sentido después. En resumen, es un gran cuento con personajes hermosamente dibujados y diálogos muy pero muy inteligentes. Y aunque el guión me pareció muy gracioso, también sentí que tiene mucho más corazón que los momentos cómicos en que se desenvuelve. P: ¿Improvisó alguna escena de la película?R: Nada de la película fue improvisado. El resto del elenco era muy fácil de llevarse bien y son muy buenos como actores. No hubo una sola gota de ego en esta cinta. Tampoco quiero decir que impongo mi ego en el resto de las películas, pero al menos en In Bruges todos estábamos por la misma razón. Nos encantó el guión. Cuando lo leí la primera vez sentí que nunca antes había leído algo parecido. Y cuando tuve la oportunidad de filmarla hice las valijas enseguida para viajar a Bruges. P: El alto nivel en las actuaciones es remarcable para una película de bajo presupuesto. ¿Ensayaron bastante?R: Tuvimos tres semanas de ensayo, muy intensos. Y por un momento pensé que íbamos a perderle el gusto, pero el guión es tan bueno que nos mantuvo vivos. Cada vez que planteabas una duda sobre alguna cuestión de la historia surgían otros diez cuestionamientos más en la mesa. Así de bueno era el libro. Cuando supe que teníamos tres semanas para ensayar, pensé que al final de la segunda semana me iba a aburrir hasta hartarme, rogando que empezáramos el rodaje. P: ¿Son tan comunes los ensayos en cine?R: La única vez que yo mismo había pasado por un ensayo había sido en la película Phone Booth y fueron muy extensos. Para la cinta In Bruges pasamos en una misma habitación con otros dos actores todos los días durante tres semanas. Y todo fue grandioso.