Estaba a unas seis cuadras de su vivienda, “en un sector que siempre está oscuro”, narra. De pronto los dos antisociales inidentificados le cerraron el paso. Uno la agarró del cuello, mientras el otro le revisaba los bolsillos para ver si hallaba dinero. De pronto, cuando ella ponía algo de resistencia al brutal ataque, el sujeto que la había agarrado por la espalda accionó el revólver calibre 38, con el que había permanecido apuntando la sien derecha, y le disparó.