Correa recibe delegaciones en Carondelet y pide su apoyo a la nueva Carta Magna.
El presidente Rafael Correa parece no temer un revés electoral en el referéndum aprobatorio de la nueva Carta Magna que se redacta en Montecristi.
“Sin hacer nada, el 47% de la población está dispuesta a aprobar la Constitución sin conocerla. ¿Se imaginan la confianza que hay en el Gobierno, en la Asamblea? Eso en política se llama “voto duro”, dijo el mandatario en el enlace radial del pasado sábado.
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Pero a medida que avanza la aprobación de los textos, Correa advierte que más sectores sociales y políticos alzan sus voces de protesta.
De ahí que desde esta semana haya empezado a “reconvocar” a grupos que, sin pasarse de todo a la oposición, han asumido posiciones críticas, como los indígenas o los gobiernos seccionales, dice Paulina Recalde, directora de la encuestadora Perfiles de Opinión.
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Así, el martes pasado se reunió con un grupo de alcaldes manabitas ‘apadrinados’ por el asambleísta de esa provincia, Trajano Andrade (PAIS); y el jueves recibió a la Federación Ecuatoriana de Indígenas (FIE), los trabajadores de los consejos provinciales y los afiliados al Seguro Social Campesino (SSC).
Mientras intenta entablar diálogo con tales sectores, Correa apunta a “diversificar” el electorado en “grupos más manejables, ya no los masifica como en las anteriores campañas”, opina Vladimir Sierra, director de la Escuela de Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Quito.
“Está detectando grupos sociales para ganar su apoyo a través de ciertas reformas o decisiones”, dice Sierra, quien cita como ejemplo a los informales, que suman alrededor de 900 mil, cuya actividad será protegida en la nueva Carta Magna.
A los taxistas, que están a la expectativa de la Ley de Tránsito, les ha dado créditos a través del Banco de Fomento y la Corporación Financiera.
La adhesión al Sí dependerá también de la propaganda que despliegue el régimen a través de la Secretaría de la Administración y Comunicación, a cargo de Vinicio Alvarado.
En las dos últimas semanas, el Gobierno ha pautado una cuña en la que resalta ciertos cambios que, sostiene, ya experimenta el país con algunas de las decisiones de la Asamblea.
A la par, el mandatario continúa con sus gabinetes itinerantes. Y el ministro de Gobierno, Fernando Bustamante, efectúa dese hace un mes algo parecido, pero en parroquias.
Asambleístas de PAIS como Fernando Cordero y Virgilio Hernández creen que una vez que la ciudadanía conozca el contenido de la nueva Constitución se volcará hacia el Sí.
“La gente ha pasado a un estado de adhesión (por la ilusión y el compromiso) a un estado de vigilia”, indicó Cordero.
Hernández explica que todavía la agrupación gobiernista no ha definido las líneas de trabajo comunes entre Gobierno y bloque de mayoría para buscar apoyo en el referéndum.
Para promocionar los textos, leyes y mandatos aprobados algunos asambleístas de la mayoría efectúan visitas a comunidades o barrios y hacen lo que llaman “rendición de cuentas”.
Hernández señala que esta actividad no es parte de una campaña política, aunque admite que sí abona para que la ciudadanía vote por el Sí.