El director de la Defensa Civil colombiana, coronel Jairo Duván Pineda, afirmó ayer que casi 1.700 personas, de unas 400 familias de localidades como Quetame y Puente Quetame principalmente, resultaron afectadas.
El pueblo más afectado fue Quetame, en el departamento de Cundinamarca, donde el 70% de las construcciones quedaron averiadas y en riesgo de derrumbarse.
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Una de las réplicas más fuertes, de 4,1 grados en la escala de Richter, ocurrió a las 04:39 de ayer con epicentro a unos 50 km de Bogotá, informó el Instituto Estatal de Geología y Minas (Ingeominas).
El sismo del sábado, que tuvo un registro de 5,5 grados en la escala de Richter, destruyó parcialmente varias viviendas en los poblados aledaños a la carretera que conduce de Bogotá a los llanos del este del país, especialmente en Quetame.
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Seis de las víctimas mortales viajaban por la carretera que une a Bogotá con Villavicencio, capital del departamento del Meta, cuando varios vehículos fueron alcanzados por deslizamientos de tierra y rocas.
La caída de piedras sobre esa carretera afectó y aisló a varios vehículos que terminaron atrapados. Una familia de tres personas, padre, madre y un bebé figuran entre los seis fallecidos en esa carretera.
En Quetame, unas 70 casas resultaron resquebrajadas además de la iglesia principal, razón por lo que será necesario demolerlas, señaló el sacerdote Pedro Cancino.
Decenas de familias damnificadas, especialmente en El Calvario, departamento del Meta, centro este, fueron alojados en albergues provisionales.
El presidente colombiano Álvaro Uribe tenía previsto visitar ayer la zona afectada para supervisar las tareas de socorro.