Ashton Kutcher protagoniza, junto con Cameron Díaz, Locuras de amor en Las Vegas, una comedia en la que todo es posible, incluso las bodas relámpago. Por primera vez, Ashton Kutcher se sienta a hablar, abiertamente, sobre su casamiento con Demi Moore, sin esconder detalles de la convivencia más polémica de Hollywood. Famoso por compartir las salidas familiares con la inusual compañía del ex esposo Bruce Willis, Ashton demuestra tener demasiado buen humor como para tomarse en serio las frivolidades de Hollywood. Nos recibió con los brazos abiertos para hablar de la nueva comedia romántica Locuras de amor en Las Vegas, donde le toca sobrevivir otro matrimonio, ficticio, con otra superbelleza de Hollywood, como Cameron Díaz. Pregunta: Es obvio que su personaje en Locuras de amor en Las Vegas odia el matrimonio ¿En la realidad es igual?Respuesta: (Riendo) ¿Esa pregunta está cargada con balas? P: Depende de la respuesta.R: Nunca en mi vida imaginé que iba a casarme. Yo ya había visto el divorcio de mis padres y en aquel entonces pensaba que no era algo que la gente debía hacer. Además, no me parecía lógico poner un documento legal por encima de una grandiosa relación. No tiene mucho sentido. Yo no firmo ningún documento legal con mis amigos. No salgo diciendo “vamos a tribunales, Rob, porque ahora que somos amigos necesitamos verificar nuestra amistad”; como si precisáramos licencia para ver algún partido juntos. Por eso nunca entendí la idea del matrimonio, hasta que conocí a mi esposa y supe que era la persona que iba a compartir el resto de mi vida. Con ella tuve el deseo de tomarme el tiempo para entender un poco más aquel significado. Y me encanta. Debo ser el casado más ‘fleliz’. ¿Dije fleliz? (se ríe). Inventé una nueva palabra. Soy el hombre casado más ‘fleliz’ del planeta. P: ¿Finalmente podremos saber los detalles de aquella boda tan secreta con Demi Moore?R: Mi boda fue muy privada. Teníamos que organizar toda la ceremonia bajo un manto oscuro y muy secreto porque no queríamos demasiados fotógrafos afuera. Éramos apenas 45 personas. P: ¿Y cómo logró conservar tan bien el secreto de la boda sin que nadie se entere?R: Les habíamos dicho a todos que era una fiesta para estrenar la casa, así que literalmente la gente, incluyendo mi madre, no sabía que venía a una boda. Y te cuento una historia graciosa: a mamá le había dicho “má, es una reunión muy especial por el estreno de la casa, una fiesta muy pero muy especial”. Pero justo esa semana, a mí me había tocado ser parte del jurado en tribunales y ella llegó justo cuando Demi se estaba probando el vestido. Demi se estaba poniendo el velo, cuando mamá entró y le dijo: “De donde venimos, nosotros no usamos vestidos así para estrenar una casa”. ¡Demi casi no se casa conmigo! (No puede parar de reír) De verdad, se había enojado muchísimo conmigo, por no haber sido más directo con mi familia... y yo creía que ya le había insinuado lo suficiente a mi madre! P: ¿Algún secreto para conservar la felicidad en el matrimonio?R: El secreto de un matrimonio feliz. Mi amigo Yehuda Berg acaba de escribir un libro que se llama Las reglas espirituales del compromiso. Y en lo que a mí concierne, en cierta forma expone los secretos de un matrimonio feliz. Lo principal es esforzarse. Yo creo que a los hombres cuando crecemos nos enseñan que el objetivo de una relación es el sexo. ¿Cierto? Y por eso los hombres, desde muy jóvenes, crecen pensando “algún día voy a tener relaciones sexuales”. Y creo que las mujeres sienten, desde una edad muy joven, que están condicionadas a decir “algún día me voy a casar”. ¿Cierto? Se preocupan por la boda y el vestido y por eso están condicionadas socialmente a cumplir esos objetivos. Y yo creo que el sexo tampoco es una condición social para querer casarse. Casi nadie sabe lo que pasa después. Y creo que el objetivo de estar casado es trabajar bastante. Si la gente empezara a querer trabajar en una relación, imponiéndose ese objetivo, todo funcionaría mucho mejor. Como cuando te contratan para un trabajo nuevo y cuando apareces el primer día no trabajas nada, probablemente te echen bastante rápido. Yo creo que la gente, cuando se casa, piensa que el trabajo ya está cumplido, cuando en verdad recién consiguieron el trabajo. ¿Está claro? P: Tampoco existe la pareja perfecta. Entre tantos hábitos de convivencia, ¿no hay ninguno en particular que no le caiga tan bien a Demi Moore?R: Tengo uno... cuando me levanto a la mañana, lo primero que hago es sacar a mis perros para que no orinen en el piso. Y cuando los saco, a veces yo también orino con ellos (risas). Ellos van afuera, así que yo también voy afuera. Hago mis necesidades entre los arbustos. Me hace sentir muy masculino, como si estuviera de campamento. P: ¿Por qué será que las personalidades opuestas se atraen? R: No me parece que las personalidades opuestas se atraen, no. Yo creo que la vida atrae vida. No me parece que los opuestos se atraigan a menos que hables de polos magnéticos. Yo pienso que para crear cierta afinidad con algo debería haber objetivos similares. Hay mucha más vida. P: ¿Habrá sido todo un sacrificio dejar en casa a Demi Moore para salir a trabajar con Cameron Díaz en Locuras de amor...? R: Horrible. Tener que llegar al trabajo para ver una belleza que además es divertida y feliz de estar viva, alguien tan buena con la gente... es una pesadilla. (Sonriendo) Y tuve que soportarlo todos los días. No creo que haya nadie parecido a ella. Realmente pienso que es la única verdadera comediante femenina en nuestro negocio. Trabajó con Jim Carrey, Adam Sandler, Mike Myers. Trabajó con todos los grandes comediantes que se me ocurren. Nos lleva ventaja a todos. P: Siendo tan famosos, ¿cómo lograron filmar en medio de las calles de Las Vegas sin ser molestados por los admiradores?R: Atraíamos bastantes multitudes, como cuando estábamos frente al Bellagio. Había bastante gente. Había un tipo con un loro en su hombro... no sé por qué lo menciono, pero ahí estaba siempre. P: ¿Tampoco hubo ningún herido entre tantas peleas o persecuciones entre ustedes?R: No hubo ninguna herida permanente. Pero me impresionó que Cameron sea la mujer más rápida del planeta Tierra. Yo había entrenado durante dos meses antes de la película, porque no quería que mi compañera de rubro estuviera en mejor estado físico que yo. Y lo estaba. Es como la Mujer Maravilla. Y en las escenas de lucha y todo eso, ella es muy fuerte. Era como pelear con un arma de verdad. Realmente pude haberme lastimado, pero cada vez que estaba por caerme y lastimarme, Cameron me salvaba. Literalmente, ella resultó mi pequeña salvadora. P: ¿Y precisaron alguna preparación en particular para las escenas de la fiesta en Las Vegas?R: Solamente me emborraché (ríe a carcajadas). Ya había vivido mis 20 años preparándome para aquella escena. Tengo muchísima experiencia para interpretar esa clase de noche salvaje. P: ¿Lo peor que hizo en las Vegas?R: Apostar es tal vez lo peor que hice. He tenido realmente noches salvajes y divertidas en Las Vegas. Una vez terminé arriba de un escenario bailando con una banda (riendo). Estaba con Ron Jeremy, que atraía un mar de estrellas porno. ¡Noches salvajes! Pero al menos no me casé esa noche. P: ¿Dejó algún secreto en Las Vegas?R: ¿Qué pasó en Las Vegas? Filmamos una película. Empezábamos como a las tres de la madrugada y al levantarme no pasaba nada interesante. Así que a la mañana me volvía loco... con el café, en alguna librería (más y más risas). P: Su personaje en la película trabaja como carpintero, fabricando muebles. ¿Podría hacer algo parecido en la realidad?R: Mi padre era carpintero. Y mi padrastro también era carpintero. Yo había trabajado en construcción cuando apenas tenía 12 años. Con mi padrastro construimos la casa donde vive hoy mi madre. Y tengo una compañía constructora con mi padre que vuelca casas en Los Ángeles. Construimos bastante. P: ¿Y en su propia casa construyó algo en particular?R: No (vuelve a reír). Para eso traje a profesionales. P: ¿En qué otras cosas se identifica con el rol que le toca en la película Locuras de amor...?R: Primero que todo, soy una persona muy competitiva y creo que es el punto central de la película y el personaje. Entiendo ese deseo de escaparse, de no querer estar debajo del pulgar de alguien que te maneja. Es algo que me identifica con mi vida. P: ¿Qué tan competitivo es en la vida real?R: De verdad, odio perder en cualquier cosa, siempre. No lo soporto. Odio perder en todo. P: ¿Y si pierde? ¿Cómo se refleja en su personalidad?R: Desafíame (ríe). Me enojo. No me enojo con otra persona, pero me enojo conmigo. Y también me obsesiono para que no vuelva a pasar. P: ¿El nuevo programa de televisión Pop Fiction es una forma de bromear con los medios inventando noticias con famosos que los medios publican pensando que pasó de verdad? R: Por eso mismo lo hice. Siento que los programas y revistas tabloides inventan demasiado por su propia conveniencia comercial. Publican titulares con signos de pregunta, porque ellos mismos no saben si es verdad, aunque lo reporten como noticia. Y yo sentí que en cierta forma es un periodismo falso predicar con preguntas en lugar de respuestas. Me parece lo más parecido a una telenovela creada por revistas, por puro éxito comercial. Y como yo no puedo derrotarlos porque se escudan detrás de la libertad de prensa, diciendo que su estilo de periodismo es correcto, se me ocurrió arruinarles el trabajo. Y por eso, el programa Pop Fiction está diseñado a cuestionar la validez de las historias que publican, porque todo esto no es verdad. Y tiene éxito. P: ¿Alguna broma favorita entre todas las que le hizo a la prensa y los lectores?R: No me gusta hacerlo, por eso no tengo ninguna favorita. Lo hago solo para demostrar lo que pienso.