La fila de relucientes bicicletas que son ensambladas en el piso de la fábrica Giant Manufacturing, uno de los mayores fabricantes del mundo, pronto rodará por calles desde Seattle a Sidney, Amsterdam e incluso Beijing.
Los elevados precios de la gasolina, una mayor conciencia por los asuntos ambientales y la popularidad del ciclismo como deporte recreativo han impulsado la demanda de bicicletas en todo el planeta.
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Giant, el fabricante con sede en Taipei de marcas internacionales de bicicletas como Boulder, Yukon e Iguana, cosecha ganancias. Las ventas de la compañía, que produjo 5,5 millones de bicicletas en el 2007, treparían un 10 por ciento este año, a 1.000 millones de dólares, afirmó.
La historia de Giant es típica de la industria de bicicletas mundial de 61.000 millones de dólares, que disfruta de un crecimiento inaudito porque andar sobre dos ruedas se volvió un importante deporte recreativo y es la opción de muchos ciudadanos occidentales.
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"Hay un renacimiento e interés general en las bicicletas", dijo Jack Oortwijn, editor en jefe de la revista mensual Bike Europe. "Los proveedores de partes luchan para mantener (el ritmo de crecimiento", agregó.
China es el líder mundial en la cantidad de bicicletas producidas por año, con cerca de 73 millones de unidades de un total de 100 millones anuales, según el Earth Policy Institute, una red de información ambiental con sede en Estados Unidos.
El resto proviene mayormente de Taiwán, Canadá, Rusia, Ucrania y la Unión Europea. Taiwán fabrica cerca de 6 millones de bicicletas por año y las vende a un precio mayorista promedio de 222 dólares por unidad, de acuerdo a una asociación manufacturera local.
Las ventas de bicicletas han crecido en los últimos cinco años en un 14,6 por ciento entre naciones de la Unión Europea, que compra el 70 por ciento de las bicicletas del mundo, según Bike Europe. En Estados Unidos, las ventas han aumentado casi un 9 por ciento en el mismo período.
Deporte y movilidad
Con los precios del crudo en un máximo histórico cercano a los 128 dólares por barril y algunos analistas previendo que alcancen los 200 dólares, no se sorprendente que las bicicletas se estén convirtiendo en un popular medio de transporte, especialmente entre un creciente grupo de fanáticos del físico.
"Manejar autos es caro en estos días. Los precios del petróleo permanecerán en un nivel alto", dijo Fabian Kuster, portavoz de la Asociación de Ciclistas Europeos en Bruselas.
Para viajes de corta distancia, agregó, "una bicicleta es más rápida en la ciudad y ocupa menos espacio".
París, Barcelona y otras ciudades europeas han creado programas de préstamos de bicicletas que permiten a quienes viajan recogerlas en puestos oficiales en las afueras de las estaciones del tren. Todo lo que se necesita es pasar una tarjeta de crédito para garantizar que la bicicleta será devuelta.
Los usuarios regresan la bicicleta a los puestos y con otro pase de tarjeta recuperan su depósito menos un pequeño cargo por haberla utilizado. Hay unas 20.000 de estas bicicletas en cerca de 1.450 puestos solamente en París.
Los europeos pedalean cada vez más hacia el trabajo en calles con carriles exclusivos para ciclistas, mientras que un creciente grupo en China ha optado por las bicicletas a batería y los estadounidenses las usan principalmente en actividades deportivas o para quemar calorías.