Con Manolo Picón en batería, Fabricio Rodríguez en bajo y Ángel Duarte en guitarra, el grupo Clinker se presentó como soporte para Carola Zerega y Lorna Lima que, con temeraria decisión, interpretaron a Janis Joplin, verdadero ícono de la contracultura americana de los sesenta y quizá la primera cantante blanca que se atrevió a decir que cantaba blues.