Esta experiencia periodística que se hace evidente en la claridad narrativa y en la excelente edición del documental Septiembres, le ha llevado a encontrar las semejanzas y diferencias entre el trabajo documental y periodístico.

“Una película debe tocar temas muy universales y, sobre todo, es un asunto coral (a varias voces). En ese caso yo no elijo los personajes, el azar hace que sean los que son. Yo creo que tantos años explicando conflictos armados me ha obligado a gozar mucho la imaginación de un guión en cuanto a su forma artística. A diferencia del reportaje para televisión, el documental –así como las películas de ficción–, debe ser una historia cerrada”, afirma el reportero español.