sanando nuestras heridasContinuando en esta serie  titulada  ‘Sanando nuestras heridas’, encontramos que el perdón es uno de los factores muy importantes dentro de este proceso de sanidad.Según el diccionario, perdón es dejar de sentir resentimiento en contra de alguien, es perdonar a los enemigos de uno, es dispensar una ofensa o a un ofensor.Quizás resulte difícil entender esta verdad, sobre todo cuando creemos que hay situaciones en las que no amerita nuestro perdón. Así lo manifiesta Juan, un joven que fue víctima de maltrato de parte de su padre y que con el pasar de los años asiste a un grupo de apoyo donde expresa su dolor.  En algunos casos, antes de perdonar tiene que pasar un largo tiempo para procesar el mismo, debido a la profundidad de la herida, ya que antes se debe elaborar, el enojo, la tristeza y la aflicción ante determinados hechos.Finalmente, Juan pudo perdonar a su padre. Y así como Juan, quiero animarlo a usted también a perdonar, y para esto  mencionaré algunas pautas que le serán de ayuda:1. Busque un amigo de confianza que pueda decir llegó el momento de perdonar.2. Escriba una lista de personas a las que le cueste perdonar.3. Escriba el recuerdo de este evento doloroso.4. Lea lo que escribió.5. Rompa y queme estos recuerdos.6. Decida finalmente cancelar esta cuenta.El acto de perdonar siempre viene antes de que pensemos que estamos preparados, pero cuando miramos hacia atrás, nos damos cuenta de que ya estamos listos. El perdón quiere decir que la ofensa se terminó, he renunciado al derecho de usar esta ofensa en contra del que me ofendió, y para siempre. Así lo manifiesta el Dr. David Stoop en su libro El perdón de lo imperdonable.El perdón no es sinónimo de olvido, es básicamente un acto de fe y de amor hacia otro ser humano y hacia uno mismo, es creer genuinamente que lo que nos ofendió no se repetirá con intención. Fuente: Toyi de Jácome, psicóloga clínica y orientadora familiar. Telfs.: 09-402-1070, 238-4865 Correo: toyijacome@hotmail.comSiguiente artículo: Restaure su alma