No trabaja con moldes. Tiene la iguana grabada en la retina. También el tiburón, el galápago, el piquero y el lobo marino. Acostumbrado a ir a los parques y muelles a delinear visualmente la figura de estos animales, Jacinto Heras aprendió a memorizarlos y a tallarlos en madera, plasmando hasta el mínimo detalle de sus picos, sus patas, escamas, arrugas y caparazones.