Ecuador expulsó el domingo al embajador de Bogotá y ordenó la movilización de tropas a la frontera con Colombia, a raíz de la incursión militar que dio muerte en territorio ecuatoriano al número dos de las FARC, Raúl Reyes, anunció el presidente Rafael Correa.
"He decidido también la expulsión inmediata del embajador de Colombia en Ecuador (Carlos Holguín), y también he solicitado la inmediata convocatoria del Consejo permanente de la OEA y de la CAN", dijo Correa en un mensaje a la nación.
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Asimismo, "he ordenado la movilización de tropas a la frontera norte y he convocado de urgencia para mañana una reunión del Consejo de Seguridad Nacional", señaló.
Correa, quien más temprano había retirado a su embajador en Bogotá, dijo que la decisión la tomó "ante la gravedad de los hechos y una vez que la respuesta colombiana" a su "enérgica protesta es una nueva burla a la verdad y al pueblo ecuatoriano".
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Casi de manera simultánea, Colombia presentó excusas a Ecuador por el ingreso de helicópteros a su territorio, pero dijo que el mismo fue "indispensable para registrar el sitio desde donde recibieron disparos".
"En esta ocasión no será suficiente una disculpa diplomática del gobierno de Bogotá. Exigimos compromisos firmes y formales ante la comunidad internacional, que garanticen que no se repetirán estos inaceptables hechos", sostuvo Correa.
En ese sentido, el presidente ecuatoriano informó que habló durante el día con sus homólogos de Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, España, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, además de los secretarios de la OEA y de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
"He compartido con ellos la gravedad de la situación y he planteado la elaboración conjunta de una propuesta dirigida a detener este tipo de conductas e impedir la internacionalización del conflicto colombiano ", precisó.
Ecuador endureció como nunca antes su posición ante Bogotá tras la que juzgó como "una deliberada agresión contra su territorio" por parte de militares que ingresaron el sábado y abatieron a 20 guerrilleros, según Correa, incluido a Raúl Reyes, segundo hombre de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En un comienzo Quito había cifrado en 17 el número de rebeldes muertos, 15 de cuyos cadáveres fueron localizados por el Ejército ecuatoriano, mientras Colombia admitió que sus hombres se llevaron el cuerpo de Reyes y el de uno de sus lugartenientes.
"Irrefutablemente se confirma que el Ecuador sufrió un planificado ataque aéreo y una posterior incursión de tropas colombianas, con plena conciencia de que estaban violando nuestra soberanía", insistió el jefe de Estado.