“Hoy soy solo directora”, dijo el pasado miércoles la controversial Madonna en la rueda de prensa que ofreció en el Festival de Cine de Berlín, donde exhibió fuera de concurso su película Filth and Wisdom.
Un despliegue periodístico nunca antes visto en el festival abarrotó las salas y opacó las otras proyecciones que participan en diferentes categorías.
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Sin respuesta quedó la gran pregunta de por qué la estrella del pop pasó de la actuación y del canto a la dirección.
“No, esa pregunta es muy provocativa”, contestó al respecto. La misma reacción tuvo ante las otras interrogantes, en que de nuevo se le preguntaba por su motivación para cambiar de profesión.
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"Siempre me han gustado los trabajos poco convencionales" fue lo único que se le arrancó, tras varios intentos”, indicó.
La diva, a punto de cumplir 50 años, prohibió estrictamente que la fotografíen mientras hablaba en la sala.
Sin embargo la reina del pop explicó que se ha enfrentado a esta nueva aventura como un “viaje propio” y recalcó que en la próxima década espera dedicarse a hacer “más música y más películas”.
La cinta de género cómico y de bajo presupuesto reúne a una bailarina de ballet que decide hacer fortuna sobre el escenario de un club nocturno y a una filántropa que trabaja en una farmacia para ganar un dinero extra y poder conocer África.
“Después de tres décadas delante de la cámara, he decidido poner mi dinero allí dónde está mi boca”, repetía la cantante.
El proyecto empezó como un corto, pero Madonna dijo que fue tomando forma de película a medida que se fue implicando en la vida de los tres personajes principales. “Cuando finalizamos la cinta, me di cuenta de que (los personajes) eran todos facetas de mi persona, así que el conjunto de la experiencia ha sido a la vez artística y terapéutica”, concluyó.
La directora hace un guiño en su película a su amiga, la también cantante Britney Spears, con quien compartió un sonado beso ante las cámaras, y cuyo tema Baby one more time acompaña a una de las protagonistas mientras se desviste sobre el escenario.
En la banda sonora eligió canciones que le significaran poco gasto de dinero. “Algunas son de Eugene (Hutz), otras de mi tío, hay alguna mía y también de Britney (Spears), que es una persona muy generosa”, agregó sonriente.
Preguntada por su labor humanitaria en Malawi, país de origen de su tercer hijo, aseguró que acaba de terminar la producción de un documental sobre este país, que se exhibirá en los próximos festivales de Cannes y de Tribeca.
Ella llegó acompañada de los protagonistas de su filme, Vicky McClure, Holly Weston y el singular Eugene Hutz.