Como bien dicen, todo lo que pasa por la mente del ser humano, puede volverse realidad. Treinta años después de que el mundo pudiera ver a James Bond cómo se sumergía en su auto, en marzo próximo los visitantes del Salón de Motor en Ginebra podrán experimentar esta escena en vivo y en directo.
De la fantasía a la realidad. Creado en la mente Frank Rinderknecht y desarrollado por la empresa suiza Rinspeed, nace finalmente sQuba, el primer carro submarino del mundo, sin contar a los autos militares.
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De acuerdo al fabricante, el sQuba podrá sumergirse a una profundidad de 10 metros. Para ello contará con tres motores: uno para la propulsión en superficie y los otros para sus inmersiones en el agua.
Además, será ecológico ya que sus tres motores usan energía eléctrica y los lubricantes usados son biodegradables.
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La capacidad para moverse dentro del agua está asegurada gracias a dos hélices y dos propulsores que tiene en la parte trasera. Su peso ligero y su aerodinámica le permitirán bucear con agilidad, explican sus creadores.
Con espacio para dos personas, tanto el conductor como el pasajero podrán entrar en contacto con el agua, pues es un modelo descapotable. Los dos puestos tendrán tanques y válvulas de oxígeno para asegurar que no falte aire durante el paseo submarino.
"Por razones de seguridad hemos fabricado el vehículo como un coche abierto para que los ocupantes puedan salir rápido en caso de emergencia. Con una cabina cerrada, abrir la puerta (debajo del agua) sería imposible", asegura Frank M. Rinderknecht, jefe de Rinspeed, en la página web de la compañía.