La recomendación de los veterinarios es evitar la aplicación de fármacos sin consultar a un especialista.
En muchas ocasiones es común escuchar que los amos medican a sus mascotas, dependiendo de lo que creen que padecen, dicen los especialistas.
El mal empleo de los remedios y las dosis inadecuadas en los perros y gatos originan trastornos internos y físicos, que en algunos casos pueden tratarse a tiempo; y en otros, ser una muerte segura, afirma la veterinaria Patricia de Bravo.
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“Darles medicamentos que no hayan sido prescritos trae fatales consecuencias. Algo sencillo como una gripe se puede agravar por medicar a los animales. Cualquier tipo de virus necesita terminar su ciclo”, comenta, y agrega que la mascota finalmente es atendida por otras enfermedades.
Cuando el propietario automedica a los animales, una de las primeras reacciones, según cuenta Patricia de Bravo, es el vómito y diarrea con sangre, además del decaimiento.
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Si estos síntomas se presentan, el fármaco debe ser suspendido y el amo deberá llevar a la mascota al veterinario para que pueda desintoxicarla.
Este problema origina trastornos funcionales en algunos órganos. Por ejemplo, según el médico José Jaramillo, a su consulta llegan muchas mascotas intoxicadas por acetaminofén, que es un antipirético (sustancia que hace disminuir la fiebre) con facultades de desinflamatorio.
Jaramillo dice que el propietario le da este producto al animal, por lo general, cuando cree que tiene fiebre, porque la temperatura, según señala, es detectada por un termómetro.
El acetaminofén es una de las principales causas de muerte en gatos, porque los felinos son “extremadamente sensibles” a ese producto, indica Jaramillo.
“Los perros aguantan un poco más, pero llegan a sufrir trastornos como endurecimiento del hígado, lo que ocasiona que no funcione correctamente”.
El médico Joubert Alarcón afirma que suministrarles antiinflamatorios produce gastritis –cuando la dosis es frecuente–. A largo plazo ocasiona insuficiencia renal, problemas hemorrágicos y de médula.
Los analgésicos no esteroides (aines) también producen trastornos como úlcera intestinal, sostiene José Jaramillo.
Otro de los medicamentos que originan problemas son los antiparasitarios. Si el propietario le da una dosis alta al perro o al gato, el intestino se inflamará. Por otro lado, si la dosificación no es la adecuada, no causará ningún efecto, indica Patricia de Bravo.
Pero no solo este tipo de fármacos causa trastornos. Las vitaminas, que son parte del suplemento alimenticio, también lo hacen.
Por ejemplo, si el amo le da dosis muy altas de calcio puede provocar el engrosamiento de los huesos y la deformación del animal, indica la veterinaria.
Los baños contra las garrapatas y pulgas también pueden ocasionar dificultades. Joubert Alarcón cuenta que las indicaciones que vienen en los envases “no siempre son las correctas”, por ello es el médico quien debe recomendar el producto, la dosis y la frecuencia del baño.
En muchos casos los propietarios aplican el insecticida directamente en la piel, lo que ocasiona intoxicación por contacto y por ingestión, porque “los animales se lamen, se envenenan y se mueren”.
Cantidad
Las dosis para las mascotas se suministran según el peso y por prescripción.
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