El español Fernando Alonso y la escudería de Fórmula 1 McLaren-Mercedes han roto su contrato, anunció el viernes el representante del piloto en declaraciones a la emisora pública española RNE.
El agente del asturiano, Luis García-Abad, precisó a RNE que su representado, con contrato en McLaren hasta 2009, no tendría que pagar ninguna indemnización por su salida del equipo y que será libre para firmar por la escudería que elija.
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Según el diario deportivo 'Marca', Renault es quien más interés ha mostrado en el bicampeón mundial (2005, 2006), pero Alonso preferiría correr en una formación menor y fichar en un futuro por Ferrari, por quien las puertas se le cerraron a corto plazo con la renovación del brasileño Felipe Massa.
En declaraciones el 21 de octubre a la emisora de radio Cadena SER, el piloto había apuntado que Renault no era su primera opción de cara a la próxima campaña.
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El 23 de octubre, el director de McLaren, Ron Dennis, había asegurado que el bicampeón mundial (2005, 2006) sabría "en las dos próximas semanas" si seguía o no en el equipo, alentado aún más los rumores sobre la salida de Alonso.
Alonso había culpado de la pérdida del Mundial de Fórmula 1 este año por parte de McLaren a los errores del propio Dennis y a la gran rivalidad con su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton.
La prensa británica había evaluado en 30 millones de dólares (20 millones de euros) el coste de la cláusula de libertad de Alonso y ese era uno de los puntos más polémicos a la hora de romper el contrato.
Tras una temporada llena de polémicas, el finlandés Kimi Raikkonen dio la sorpresa y logró el campeonato al imponerse en el último Gran Premio del año, en Brasil, superando en la clasificación final del Mundial a Hamilton y Alonso.
Los relaciones del español con Dennis y Hamilton se fueron deteriorando a lo largo del año y los enfrentamientos internos fueron la tónica general de la temporada de 2007.
El asunto de espionaje que enfrenta a Ferrari con McLaren, por el que el equipo anglo-germano perdió todos sus puntos en el Mundial de constructores, sirvió para avivar aún más la tensión.
Tras la disputa del Gran Premio brasileño, Alonso declaró que McLaren no le había ayudado esta temporada, sobre todo en las últimas carreras, donde aseguró que se había sentido con "pies y manos atados".