En blusas, blusones y vestidos lo último en tendencia son los apliques metálicos, de plástico o de madera.
En las vitrinas de las boutiques, los diseños de diferentes tonos oscuros invaden desde hace un mes los escaparates. Las creaciones son varias, por ejemplo, en blusas el adorno va colocado en la parte del busto; y en otros, cuando las prendas son desmangadas.
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Según cuenta María Miguel, vendedora de Gente Feliz, ubicado en Pedro Carbo y Sucre, los colores que se combinan con la pedrería son los tonos negro, café, mostaza, morado y blanco.
María Fernanda Leen, administradora del Baisano de Nueve de Octubre y Chile, cuenta que estos adornos se han aplicado a la moda ochentera, en blusas con fajines o bombachas y vestidos en corte de A, pero también hay modelos clásicos para “mujeres no tan jóvenes”, en los que se puede quitar el accesorio.
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Entre la indumentaria que comercializa la boutique Ethos, del centro comercial San Marino, hay ropa para distintas ocasiones como para el día y la noche, y se diferencia por sus colores y apliques, así como por la pedrería.
María Miguel cuenta que durante la atención que brinda a sus clientes, las aconseja. “Si ellas quieren un vestido con este tipo de apliques se pueden utilizar un par de aretes y pulsera grandes, no hay necesidad de ponerse otro accesorio”.
Quienes compran este tipo de ropa es un público variado, porque en los almacenes hay para todos los gustos y tallas, desde S hasta XL, según explican sus vendedoras. En Gente Feliz se ofrece hasta la XXX.
Los costos de los atuendos varían entre $ 20 y $40, según sea el aplique, si es un adorno muy cargado, costará más.