SALASACAS. Una opción en Pelileo. Con esta modalidad esperan llegar a los mercados de otros países, tal como lo hacen con tejidos.

La cada vez más baja rentabilidad producto del trabajo agrícola y la competencia en la venta de los tejidos que caracterizan a la población indígena de la parroquia Salasaca, del cantón Pelileo, hizo que un grupo de quince personas busque entre  los desperdicios una  nueva alternativa artesanal.

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Es así como desde hace tres semanas recibieron capacitación para elaborar muñecos, que tienen como materia prima la hoja de choclo, que antes se utilizaba como comida para los cuyes y el ganado.

Según Lorenzo Chiliquinga, presidente del Centro de Rescate Artesanal Indígena Salasaca (Crais),  con la ayuda de la francesa Michele de Ruytter, quien desde hace nueve años vive en la parroquia, se comenzó a buscar alternativas de producción artesanal.

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En la capacitación, según Mirian Masaquiza, también participaron las mujeres de la parroquia. Además, considera importante aprovechar el prestigio que tienen las artesanías de tejidos de Salasaca para que los muñecos que se confeccionan en el Centro también tengan acogida en los mercados.

Para comenzar con el proyecto cada uno de los integrantes de la organización puso 5 dólares para la compra de tinturas que sirvieron para pintar los muñecos y cada quien llevó hojas de choclo desde sus casas. Pero Chiliquinga asegura que a futuro necesitarán apoyo del Gobierno con créditos que les permita comprar materiales.

Según Cristina Cobo, maestra de manualidades,  hay mucho  interés de los habitantes  de aprender esta modalidad. “En solo cinco días de clases se pueden ver los resultados”, dice.

Y considera importante que se motive e impulse el deseo que tiene la población de Salasaca para emprender en otro tipo de actividad económica, porque no solo se pueden hacer muñecos, sino también lapiceros, portarretratos y todo lo que la imaginación permita.

“Todo el material se utilizó de la misma zona, incluso los sombreros o diademas  son hechos con la hoja del choclo”.

Asegura que en esta primera etapa se enseñaron los pasos básicos, por lo que estima que se requiere de una nueva fase para que perfeccionen la confección de los muñecos, porque la intención es hacer, incluso, nacimientos para la época de Navidad. Para esto, Juan Francisco Lalama, director regional del Ministerio de Industrias, comprometió un stand en la feria de finados que se desarrollará en Ambato en noviembre próximo.

Lalama se mostró convencido de que esta nueva actividad dará buenos resultados, porque las mujeres de la comunidad ahora realizan otro tipo de quehaceres, no solo cuidar borregos o arreglar las casas.

“El artesano tiene mucho que dar para salir con sus productos fuera del país, por lo que analizamos la posibilidad de capacitarlos técnicamente con expertos extranjeros”, sostiene.

Ruytter es el principal contacto que tiene Crais para introducir las manualidades de hoja de choclo en el mercado internacional, principalmente en el francés. “Tengo gente que me va a apoyar para tener contratos con cadenas de almacenes de artesanías, porque ahí hay mucha gente que le gusta este tipo de manualidades”.

No descarta que para la época navideña se puedan enviar nacimientos a empresas de Francia. “Para mí es importante apoyar a la gente de Salasaca”.

APUNTES: Manualidades

Inversión
En la primera fase se invirtieron $ 30 para la elaboración de cincuenta muñecas. La implementación de un pequeño taller se estima ejecutar con $ 200.

Ventas
La Asociación Crais tiene su sede en el caserío Rumiñahui Chico de Salasaca, en donde se establece el punto inicial de venta y elaboración de las artesanías.

Precios
La muñeca pequeña de 20 cm se vende a un valor de $ 5, la de 30 cm a $ 8 y el danzante a $ 15, pues su elaboración es más complicada.