El problema lo causan los desagües y los residuos de combustible.

Observar tortugas marinas alrededor de los barcos que acoderan en los muelles del puerto de Manta se hace cada vez menos frecuente. La contaminación existente en estas aguas es notoria por la capa aceitosa  que se forma en la superficie.

El ir y venir de embarcaciones que parten de la playa ubicada frente al parque Central  para abastecer de combustible a barcos acoderados en el puerto reflejan el movimiento que se registra en la zona.

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Humberto Anchundia es uno de los pangueros que se dedican a este oficio. Él dice que evita introducir sus pies en el agua, pues eso le ha ocasionado hongos en la piel, “pero a veces es complicado no hacerlo”.

Otro centenar de personas se concentran a diario en esta playa para cuidar las embarcaciones y hacer labores de mantenimiento o de transporte.

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Algunos de ellos reconocen la contaminación que persiste en esta parte de la playa. “A veces se riega combustible y así poco a poco se ha ido contaminando”, explica Federico López, quien labora en el área.

Más de 1.500 embarcaciones de distintos tamaños utilizan este puerto como el centro de sus operaciones, según un censo realizado por la Armada. A ese número se suman los barcos de mayor calado que llegan a los muelles internacionales.

Ante esta problemática, la Dirección de Medio Ambiente del Cabildo de Manta contrató un estudio para analizar los niveles de contaminación existentes en las playas ubicadas a lo largo del perfil costanero urbano.

Para ello se recogieron muestras en seis playas situadas al pie de los principales focos de contaminación y en las que son atractivos turísticos.

Las que registraron mayores índices de contaminación fueron las aguas que se extienden en los alrededores del Yacht Club donde acoderan los barcos y las playas frente al parque Central, al puente de Tarqui y donde desemboca el río Muerto, en el norte de la ciudad.

El alto nivel del parámetro denominado enterobacterias (microorganismos) fue notorio en las playas de Tarqui y Los Esteros, a la altura del Astillero, donde es frecuente ver a bañistas. Allí se registraron niveles de 13 y 9 UFC/ml cuando el valor debe ser cero, según la Dirección de Medio Ambiente.

La situación empeora en la playa ubicada en la desembocadura del río Muerto, uno de los principales focos de contaminación. Esta playa registra los más altos niveles de contaminación por la presencia en sus aguas de altas dosis de grasas y aceites, enterobacterias y hasta coliformes fecales.

Leonardo Hidalgo, director de Higiene del Cabildo de Manta, cree que la población debe evitar bañarse en balnearios como Tarqui y Los Esteros, en las desembocaduras de los ríos Manta y Muerto.

Ambos afluentes arrastran aguas residuales sin tratamiento que salen de procesadoras de pescado, domicilios y negocios ubicados en esta zona.
La playa del Murciélago, situada en el sur de la ciudad, es la única que registra niveles mínimos de contaminación y una cantidad 0 de coliformes fecales, según los análisis efectuados por la firma Grupo Químico Marcos S.A.

Aguas negras
La contaminación de las aguas residuales de las trece procesadoras de pescado de Manta disminuyó a partir de junio del 2002. Pese a ello,  aún está por encima de los niveles permisibles.

Clandestinas
Hay conexiones clandestinas de fábricas y domicilios que van directo al mar. El sistema de alcantarillado sanitario colapsó y requiere de una ampliación. También hay enlaces directos a los ríos.

Obsoletas
Las lagunas de oxidación no se dan abasto ante la cantidad de flujos que llegan. Fueron instaladas cuando en la ciudad vivían 40 mil personas y ahora hay 200 mil.