Las familias que tienen personas con demencia senil deben triplicar la paciencia que se recomienda con un viejo o anciano sano, porque son mayores sus problemas de concentración y lucidez. Como ejemplo Aldo Guevara pone las siguientes situaciones: si pregunta una y otra vez la hora, lo más indicado es contestarle; si cuenta muy seguido una situación hay que escucharle.