Los tratamientos con cremas modeladoras y máquinas modernas, la  visita a cirujanos estéticos o la compra de productos  dermatológicos si bien son una ayuda para lucir mejor no acaban con el problema de la piel puesto que este se origina adentro del cuerpo, es ahí  donde se libra la verdadera batalla. La mala alimentación es como una bomba de tiempo, una vez que estalla aparecen las estrías, celulitis y várices, y aunque se combatan momentáneamente si no se sigue un plan de largo plazo estas volverán a aparecer, explica la nutricionista Gabriela Arellano de Ledesma.

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“El inconveniente es el miedo a intentar un cambio en el estilo de vida, nos bloqueamos mentalmente y decidimos no hacerlo. ¿A qué me refiero con llevar un buen estilo de vida? Pues, a una nutrición sana, a hacer ejercicios por lo menos 30 minutos, tener paz mental, dormir como mínimo ocho horas, beber diariamente entre cinco y ocho vasos de agua.

Tomar sol en horas recomendadas, aprender a respirar correctamente, evitar el consumo de bebidas alcohólicas, fumar y beber café”, dice.

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Al cortar de raíz estos desórdenes alimenticios la piel mejorará notablemente, incluso el rostro lucirá luminoso. Para saber cómo lograrlo lo mejor es analizar punto por punto.

Celulitis
Es un problema intrínseco y va unido a un proceso hormonal circulatorio. Se manifiesta por la acumulación localizada de grasa y líquido en distintas áreas: muslos, glúteos, piernas, brazos y abdomen debido a un consumo excesivo de carbohidratos saturados tales como  frituras, margarinas, aderezos. También por la retención de líquidos en  el cuerpo que se da por varias razones:  el consumo desmesurado de alimentos altos en sodio, abuso de anticonceptivos orales que al tener gran cantidad de estrógenos facilitan la mencionada retención, el  consumo de estimulantes tales como café  o cualquier bebida que contenga cafeína, el alcohol que encierra las grasas y por último el tabaco, que saca a relucir la piel de naranja.

Alimentación y cómo combatirla
- Haga una dieta baja en grasa y carbohidratos refinados. Coma en abundancia pescado, frutas y vegetales frescos.
- Consuma antioxidantes como el zinc que se encuentra en los cereales integrales, selenio en el ajo, vitamina A en los espárragos, vitamina C en el  kiwi y vitamina E en las legumbres.
- El consumir vitamina C en abundancia repara los tejidos, contribuye en la formación de colágeno y diluye la sangre, trabaja con la vitamina E por su efecto antioxidante y las fuentes más abundantes son las frutas cítricas como toronja, limón, naranja, kiwis, y vegetales verdes: espárragos, brócoli y col.
- Elimine la proteína excesiva de origen animal.
-Asegúrese de que su dieta contenga mucha fibra para evitar el estreñimiento y la retención de líquidos. Agregue a sus comidas una cucharada de salvado de trigo todos los días.
-Tomar abundante agua mejora la circulación ya que provee de oxígeno al cuerpo y lo hidrata.
- Evite utilizar prendas apretadas puesto que acentúan el problema de circulación.
- Haga ejercicios cardiovasculares 30 minutos diarios como bicicleta, trotar, caminar, aeróbicos, nadar y step.
- Sea prudente con el tema de los anticonceptivos orales ya que contribuyen a la aparición de estas enfermedades.
- Evite el consumo de alimentos altos en sodio. Aderece los alimentos con zumo de limón, perejil y otras hierbas aromáticas

Estrías
Son líneas o surcos que aparecen en el abdomen, glúteos, senos y  muslos. Al principio son de color rojizo y poco a poco se vuelven blancas. La causa es básicamente un aumento rápido de peso, las estrías aparecen por el estiramiento excesivo desgarrando las fibras de la piel.
En el embarazo también aparecen pero sí se pueden evitar si hay un mayor cuidado de la piel en este periodo.
Pero en general si no se quiere que estos molestos cortes en la piel aparezcan el único remedio es mantener un peso estable, el sube y baja de tallas y de libras hace que la piel se estire.

Várices
La sangre circula a través de las arterias para oxigenar al organismo y va a las venas.  En el interior de estas existen unas válvulas pequeñas que impiden que esta sangre vuelva a las arterias. Cuando estas válvulas no funcionan correctamente la circulación se altera y la sangre se acumula en las venas, estas se dilatan y aparecen las varices las que  se presentan con hinchazón, calambres y escozor.

Afecta a personas que pasan sentadas o con las piernas cruzadas y paradas por tiempos prolongados, lo que es una especie de sedentarismo. Además,  el problema se agrava si no se hace ejercicio, dentro de estos evitar levantar peso con las piernas ya que aumenta la presión sanguínea, lo que hace más  propensa la aparición de las várices.