La Infanta Sofía, segunda hija del heredero de la Corona de España, el Príncipe Felipe, y su esposa, la princesa Letizia, fue bautizada ayer domingo en el Palacio de la Zarzuela de Madrid siguiendo todas las tradiciones de la Familia Real española.
El bautizo de la pequeña Sofía, nacida el pasado 29 de abril, tuvo lugar en los jardines de la Zarzuela, en las afueras de Madrid, en la llamada pila de Santo Domingo, de estilo románico del siglo XII reservada a príncipes e infantes reales.
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Ni siquiera el abuelo de la niña, el Rey Juan Carlos, pudo ser bautizado en tan insigne lugar, pues en aquel entonces la Familia Real española se encontraba en el exilio.
El bautizo de la niña reunió a los miembros de las familias del Rey, la Reina Sofía y la Princesa Letizia, además de a un centenar de dignatarios del Estado y de la Casa del Rey y otras personalidades.
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Durante la ceremonia, la Infanta Sofía permaneció despierta y muy tranquila, al igual que ocurrió en la sesión fotográfica previa, en la que también posaron los familiares de la niña.
"¡Fijáos que ojos tiene!", dijo la Princesa Letizia a los periodistas en esta sesión de fotografía.
Los padrinos
Los padrinos de la octava nieta de los Reyes de España fueron su abuela materna, Paloma Rocasolano, y Konstantin de Bulgaria, príncipe de Vidin.
Fue el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el encargado de derramar sobre la bebé el agua del río Jordán enviada desde Tierra Santa expresamente para la ceremonia, en la que la pequeña recibió el nombre de Sofía de Todos los Santos.
En esta ocasión y como ya ocurrió con su hermana, la Infanta Leonor, su padre, el Príncipe Felipe, y sus tías, Doña Elena y Doña Cristina, el agua sagrada fue recogida en esa pila de Santo Domingo de Guzmán, utilizada por primera vez en 1170 para bautizar al niño que sería canonizado 64 años después.
Rouco Varela cumplió con otra tradición de la Familia Real al derramar el agua sobre la cabeza de la niña con una concha de cristianar elaborada en plata sobredorada y procedente de la capilla del Palacio Real.
La hija menor de los Príncipes españoles vestía el faldón que llevó su abuelo el Rey, sus tíos, su hermana y sus seis primos.
También fue testigo de excepción de esta ceremonia el equipo médico que atendió a la Princesa Letizia y a su hija cuando nació la pequeña, en la misma clínica madrileña en la que vino al mundo el 30 de octubre de 2005 su hermana mayor, Leonor.
Dentro de unos meses, está previsto que los Príncipes acudan con la Infanta Sofía a la basílica de Atocha, en Madrid, para pedir la protección de la Virgen, cuya imagen allí se venera.
La Virgen de Nuestra Señora de Atocha fue proclamada protectora de la Familia Real y de la Monarquía española en 1643 por Felipe IV.
La leyenda indica que la pequeña imagen bizantina de Nuestra Señora de Atocha llegó a España desde Antioquía en el siglo X.