Laboratorio. Humor Sapiens S.A. se denomina una especie de escuela que comanda el actor.
El humor es un asunto serio. No es solo soltar una carcajada. Es encontrar en las situaciones cotidianas y a veces en la propia vida ese lado absurdo o hasta irónico que en vez de dolor provoque sonrisas. De modo que lo que podría ser una amargura se torne en alegría, en una chispa, una explosión.
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¿Pero con el humor se nace o el humor se aprende? “Casi todas las personas tienen predisposición hacia el humor”, afirma el actor y director teatral Lucho Mueckay, quien comanda actualmente el Laboratorio Humor Sapiens S.A., una especie de escuela que se dedicará a preparar a una nueva generación de actores humoristas.
“El humor es una predisposición natural del ser humano para sentirse bien”, señala. Pero hay que bucear en él, explorarlo. Desde hoy, Mueckay dicta un taller en el Centro Cultural Sarao (ciudadela Kennedy Vieja, calle Primera Oeste y avenida del Periodista), que tendrá una duración de dos meses.
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La finalidad de este espacio es investigar sobre el humor y sobre nuevos personajes humorísticos. Y además crear espectáculos que se difundan luego desde el escenario.
Este taller, dice Mueckay, hará énfasis en el stand up comedy, género que se define como “la actuación de una sola persona frente al público sin más que un micrófono, una luz y su imaginación, donde el comediante opina o satiriza sobre hábitos, prejuicios, costumbres y creencias de su sociedad”.
Humor Sapiens S.A. contempla la realización de talleres sobre diversos géneros. Inicia sus actividades con el stand up comedy. Luego habrá otros cursos de clown, farsa, comedia...
¿Y por qué Mueckay trabaja el humor? “Porque desde pequeño me parecía algo maravilloso que la gente se riera conmigo. Era lo que yo podía darle. Como siempre fui patucho y feo, entendí que tenía que reírme de mis propios defectos o de mis fallas cotidianas. Así exorcizaba los temores, los miedos y estaba en paz conmigo mismo y con la demás gente”, responde el actor guayaquileño, quien en su carrera actoral ha creado y escenificado personajes de humor como Norma Lixta, Tuco, Fatalicio Vaca, entre otros.
“El humor es un arma que le permite a uno lograr el equilibrio”, refiere. Por eso Mueckay concluye que “el humor es la cosa más seria que puede existir en el mundo”.