Alrededor de las 11:00 llegó a su despacho y una de sus primeras acciones fue reunirse con su antecesor Genaro Peña y  directores departamentales de la institución, quienes le pusieron al tanto de la labor y de los casos pendientes del organismo de control.

Pólit, en su primer encuentro con la  prensa, se cuidó de no profundizar en temas políticos, incluso dijo que su partido, del cual no se ha desafiliado, lo liberó de la disciplina partidista para que pueda actuar con libertad e independencia.

En esta ocasión se limitó a precisar que como todo funcionario público, el ex mandatario Alfredo Palacio será sometido a un proceso de fiscalización, aunque ello no implique una  vendetta  política por los hechos ocurridos el 20 de abril en que este asumió la Presidencia de la República, luego de que su líder Lucio Gutiérrez fuera destituido por el Congreso Nacional.

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“Soy un hombre que no ha tenido la intención de promover una persecución política contra nadie, pero sí auditaré su gestión (en relación a Alfredo Palacio) de acuerdo a lo que determina la ley, porque todo funcionario público debe someterse a la fiscalización de la Contraloría, encargada de controlar el manejo de los recursos públicos”, señaló.

Tras reconocer que Lucio Gutiérrez es su amigo, Pólit adelantó que trabajará en la profesionalización de los funcionarios de la Contraloría y en el combate a la corrupción,  para lo cual no descartó la posibilidad de conseguir asesoramiento extranjero.

Genaro Peña terminó un período de cuatro años como contralor subrogante, puesto que mantendrá, según afirmó la nueva autoridad, en el caso de ser un funcionario de carrera.

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Entre los temas pendientes en la Contraloría constan: la auditoría al proceso de contratación de E-vote para el conteo rápido de las elecciones pasadas, la fiscalización a la Ecuatoriana de Fútbol y otras en el área tributaria y petrolera.