El papa Benedicto XVI instó este jueves a judíos, cristianos y musulmanes a dialogar "respetando las propias diferencias" para enviar al mundo "un mensaje de concordia y serenidad".
El pedido del Papa fue hecho al recibir a la delegación de la Fundación para la Investigación y el Diálogo Interreligioso e Intercultural, de la que formaba parte el príncipe Hassan de Jordania.
"Judíos, cristianos y musulmanes estamos llamados a reconocer y a desarrollar los lazos que nos unen", afirmó el Papa.
"Los hombres de hoy esperan de nosotros un mensaje de concordia y de serenidad, y la manifestación concreta de nuestra voluntad común de ayudarles a realizar su aspiración legítima a vivir en la justicia y en la paz", agregó.
En su discurso, el pontífice, teólogo de formación, dio las gracias por el regalo que recibió de la Fundación: la edición conjunta, en lengua original y en orden cronológico, de los tres libros sagrados de las tres religiones monoteístas: Torah, Biblia y Corán.
El Papa recordó que fue uno de los fundadores de la entidad cuando ejercía como prefecto de la Doctrina de la Fe junto con el príncipe jordano y ex gran rabino de Francia René-Samuel Sirat, quien asistió también a la reunión.
"Los trabajos de la Fundación contribuirán a una toma de conciencia cada vez más grande de todo aquello que, en las diferentes culturas de nuestro tiempo, es conforme a la sabiduría divina y sirve a la dignidad del hombre, para discernir mejor y para rechazar todo lo que es usurpación del nombre de Dios y desnaturalización de la humanidad del hombre", recalcó.
Al término del encuentro, Benedicto XVI recordó que junto "con todos los hombres de buena voluntad, aspiramos a la paz. Por eso, repito con insistencia: la búsqueda y el diálogo interreligioso e intercultural no son una opción, sino una necesidad vital para nuestro tiempo".
Esta reunión constituye un nuevo gesto de apertura del Papa a las religiones no cristianas tras su visita en septiembre pasado a la mezquita Azul de Estambul en Turquía y las violentas reacciones provocadas en el mundo musulmán hace cinco meses por su controvertido discurso en Alemania sobre la relación entre fe y razón.