Las lluvias no llegan. Al momento se abastece a seis poblaciones con agua de cuatro pozos someros.

En febrero del 2002, caminar por las riberas del río Ayampe, en la comuna del mismo nombre, rodeado de plantas verdes con flores tropicales multicolores, era parte de un recorrido turístico que ofrecían las hosterías asentadas en esta zona. 

Actualmente, el escenario verde que caracterizaba a ese sector cambió por uno árido. Del río solo quedan pequeñas lagunas en donde la Junta de Recursos Hidráulicos (JRH) de Manabí instaló cuatro pozos someros y bombas.

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De allí se extrae el agua  sin potabilizar para abastecer  a 20 tanqueros que la distribuyen en Ayampe, Las Tunas, Puerto Rico, Salango, Puerto López y Machalilla. Estas seis poblaciones, que conforman el cantón Puerto López, se quedaron sin agua entubada en diciembre pasado.

El invierno se retrasó, y hasta el miércoles pasado casi no había llovido en la zona sur de Manabí. Según estudios del Instituto Nacional de Meteorología  e Hidrología (Inamhi), hasta la semana pasada solo se habían registrado entre 1 y 5 mm de precipitaciones.

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Además, según el alcalde de Puerto López, Miguel Plúas, no ha bajado más agua desde el sector donde nace el río, ubicado en la comuna Las Delicias, de la parroquia Pedro Pablo Gómez.

Los pozos no constituyen una solución real, pues solo rinden 3 litros de agua por segundo, a diferencia de años anteriores en que se captaban 35 litros por segundo.

La situación se agravó hace seis años, según el funcionario, cuando se hizo una concesión que permitió explotar el cauce del río a una compañía para sacar piedras de diveros tamañoo. Esa explotación dejó al descubierto la galería filtrante (cámara de captación de aguas profundas con bombas) de donde se sacaba agua, en ese entonces, a un metro de profundidad.

Desde el martes pasado la JRH empezó la construcción de una nueva galería en el sector conocido como Las Cabañas de Ayampe. Pero esta vez se buscará agua a dos metros y medio de profundidad, aunque existe el temor de encontrar agua salada, explicó Eloy Morán, miembro de la JRH.

Viveza
Otro problema que apresuró la crisis del agua, según Plúas, fue la viveza de algunos agricultores que habitan entre Ayampe y Salango, pues han perforado la tubería de PVC por donde viajaba el agua para regar sus cultivos.

El desabastecimiento ha provocado un perjuicio para las hosterías ubicadas en estas seis comunidades que conforman la Ruta del Sol.

En el hotel Pacífico, de  Puerto López, por ejemplo, cuando   está lleno se necesitan entre cinco y seis tanqueros  de agua; cada provisión del tanquero cuesta entre 15 y 20 dólares.

Los tanqueros que pertenecen a la JRH hacen seis viajes diarios desde Ayampe hasta Puerto López, que les toman unos 20 minutos cada uno. Ellos abastecen sobre todo a la cabecera cantonal.

La solución, según el presidente de la JRH, es hacer una represa en Ayampe, para mantener reservorios de agua que aseguren la dotación del servicio. El proyecto ya fue presentado ante la Junta de Recursos Hidráulicos, para realizar los primeros estudios.

El funcionario y los habitantes de la zona esperan el respaldo del Gobierno Nacional para que se otorguen los recursos necesarios.