Cuando se quiere lucir más delgado la mayoría de las personas empiezan a buscar qué tipo de alimentos pueden ayudar a cumplir con ese objetivo de manera rápida y fácil.
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Ese deseo aumenta comúnmente después de Navidad o Año Nuevo, porque en estas festividades es difícil resistirse a probar diversas preparaciones desde platos fuertes hasta deliciosos postres, helados o bebidas alcohólicas.
El problema surge cuando se olvidan de combinar adecuadamente los alimentos por ser insuficientes o excesivos hasta transformarse en “malas dietas”.
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La nutricionista clínica María del Carmen Orozco afirma que una alimentación adecuada y balanceada debe incluir todos los grupos de alimentos complejos como lácteos, vegetales, frutas, cereales, carnes y grasas insaturadas.
Estos proporcionan a la dieta diaria todos los nutrientes básicos (aminoácidos, ácidos grasos y glucosa), vitaminas y minerales que intervienen en todos los procesos vitales para mantener nuestro organismo saludable.
Las personas que buscan perder peso rápidamente no manejan un plan de alimentación saludable, sino que evitan el consumo de los alimentos que consideran son perjudiciales para su dieta.
“El secreto no es privarse del placer que conlleva la alimentación, sino comer una cantidad suficiente de cada uno de los grupos de alimentos mencionados”, agrega la especialista.
Comen mal
La mayor parte de los individuos se alimenta de forma inadecuada por factores culturales, por malos hábitos, por falta de tiempo para preparar comidas balanceadas o simplemente porque tiene a disposición una variedad enorme de alimentos cargados de calorías vacías que no lo nutre pero sí lo engorda porque se convierten en grasa.
Según Orozco, existe falta de educación en este sentido. La alimentación es un proceso fisiológico que nos acompaña durante toda nuestra vida, por lo tanto desde que nacemos deberíamos ser educados y habituados a consumir de todo con moderación.
Tampoco hay una dieta mágica que ayude a perder peso, ni un alimento que por sí solo complemente nuestra dieta y nos brinde todos los nutrientes que requerimos. Pero sí tenemos a disposición muchos alimentos naturales, poco procesados que nos nutren y combinándolos adecuadamente nos aportan no solo los nutrientes esenciales para mantener un peso y buena salud, sino que nos permiten aprovechar de un gran placer como es el comer sanamente.
Se pierde músculo
Cuando las personas pierden peso de forma rápida no solo pierden grasa, sino músculo y agua, ocasionando a corto plazo trastornos en el metabolismo, cansancio, cambios de humor o trastornos en el sueño. Incluso predisponen al cuerpo a sufrir enfermedades crónicas (que duran mucho tiempo) ya que eventualmente recuperan su peso. Esta conducta es conocida como efecto “yoyo” (subir y bajar de peso constantemente) y puede llegar a perjudicar la salud de forma definitiva.
Si las personas hacen dietas donde suprimen por completo el consumo de grasas y azúcares especialmente, los cambios en el peso son notorios de inmediato, pero el inconveniente es que no tienen la costumbre o el hábito de llevar una vida sin estos alimentos. En realidad, ninguno de estos debe restringirse por completo cuando logramos alcanzar un peso adecuado.
El médico clínico nutricionista Severo Wong Guerrero dice que si bien es cierto se pueden suspender las grasas y azúcares por un periodo de tiempo temporal, debe de hacérselo de tal manera que llegue a bajar de peso en el lapso programado.
De no hacerlo así la persona comienza a vivir sin azúcares y grasas por un tiempo demasiado prolongado al que debería. Por lo tanto empezará a tener problemas crónicos.
Nutrición individual
El requerimiento nutricional de cada persona debe determinarse de forma individual por un especialista en nutrición, sobre todo si presenta problemas de sobrepeso o existen antecedentes familiares de este y otras enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes o problemas cardiovasculares.
“El adulto mayor suele verse afectado por un estado de pérdida de peso acelerado. Sin embargo, de este grupo hay quienes mantienen un exceso de peso por muchos años y sufren las consecuencias de una mala alimentación”, agrega Orozco.
Bajas calorías
Las dietas más comunes para perder peso suelen ser combinaciones de alimentos bajos en calorías como las frutas, vegetales y un consumo muy restringido de cereales, harinas, grasas y carnes. Por lo general son planes que no sobrepasan las 1.000 a 1.200 calorías diarias, siendo esta cantidad muchas veces insuficiente para mantener una salud adecuada.
Incluso cuando hacen “dietas” fundamentadas en el consumo de un solo tipo de alimentos tampoco es conveniente.
Enemigos alimenticios
El peor enemigo alimenticio de una persona que quiere alcanzar una excelente figura es dejar de comer por lo menos tres veces al día (desayuno, almuerzo y cena) y dos meriendas (pequeñas).
Según Jorge Yagual, educador de Salud Pública y consultoría dietética, es más beneficioso comer porciones pequeñas pero más frecuente que una porción grande y dejar de comer el resto del día. El hombre con constante actividad física por lo general tiene un metabolismo muy activo. Por lo tanto, necesita alimentarse bien para poder utilizar y “quemar” todas las calorías que consume sin almacenar o “guardar ningún exceso en forma de grasa.
Otro mal sería la distorsión de lo que constituye una porción de los alimentos en cada uno de sus grupos (proteínas, almidones, frutas y vegetales). Si llevamos un hábito alimenticio como el ya mencionado, un almuerzo debe consistir en:
- ¼ parte de almidones (½ a 1 taza de arroz: 4-8 onzas)
- 2/4 partes de proteína (una pechuga de pollo mediana a grande)
- ¼ parte de vegetales (una taza de vegetales cocidos)
- 1 fruta o yogur descremado como postre.
Esto se puede adaptar al gusto de cada persona.
Otro enemigo sería el consumo único de carbohidrato simple como pan y arroz blanco, dulces y bebidas con mucha azúcar, en lugar de agregar los complejos como pan integral (trigo o centeno), avena y cereales enriquecidos con hierro, calcio y ácido fólico.
Muchas personas son muy cuidadosas cuando se trata de comer alimentos bajos en grasa. Pero se olvidan de que la mayoría de los postres son carbohidratos simples y grasas que se almacenan alrededor del abdomen.
Modelo: María Fernanda Oramas.