Las calles principales de Clermont-Ferrand sirvieron de circuito improvisado para que un R-26, pilotado por el finlandés Heikki Kovalainen, sustituto de Alonso para la próxima temporada, maravillara a los miles de aficionados que abarrotaron las aceras y balcones del recorrido.

La organización calcula que fueron más de 15.000 personas las que disfrutaron en directo de los festejos programados por Michelín desde el lunes.

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La compañía con sede en esta localidad francesa agradeció a Alonso su “compromiso y éxito” con Renault. El piloto español pilotará a partir de la próxima campaña un monoplaza de la escudería británica McLaren-Mercedes.

Kovalainen, al volante del auto azul y amarillo que ganó el Mundial del 2006, alcanzó velocidades punta de 230 kilómetros por hora antes de tener que detenerse, en uno de los extremos del recorrido, al recalentarse el motor.

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“Al principio me parecía que había muchos baches pero, una vez que localicé dónde estaban, pude ir casi a fondo”, comentó quien fue el piloto de pruebas de la escudería en la última temporada.