Pasaron doce años, más de una década, desde la última vez que Sandra Bullock y Keanu Reeves estrenaron el primer gran éxito en cine, juntos, con la película Speed. Hasta aquel entonces, ninguno de los dos había participado en una superproducción semejante. Pero aquella película y una recaudación mundial de $ 283 millones los convirtió en instantáneas estrellas. Hoy, gracias a otra película llamada La casa del lago (The lake house) vuelven a reencontrarse, con la fantasía romántica detrás del misterio sobre el intercambio de cartas de amor entre una solitaria doctora y un frustrado arquitecto que viven en tiempos diferentes, en la misma casa de un lago.
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Y nosotros también los reencontramos. Claro que en vez de cartas románticas, intercambiamos otro estilo de preguntas personales sobre la importancia del tiempo para dos superestrellas de Hollywood.
Pregunta: En la película, Sandra vive en el año 2006 y Keanu en el 2004, pero igual se comunican con cartas, a pesar de la diferencia del tiempo. ¿Les gusta fantasear con ciencia ficción y el viaje al futuro o el pasado?
Sandra Bullock: Yo no. La vida es la mayor experiencia de ciencia ficción que existe. Cuanto menos pienses y reacciones, más fácil resulta. Yo soy una persona muy lógica, me gusta analizar, pero a Keanu le gusta meterse mucho más en el tema que yo, sin analizarlo demasiado.
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P: ¿Si retrocedemos apenas dos años en el tiempo, qué grandes diferencias encuentran hoy en sus propias vidas?
S.B.: La lista es larga.
Keanu Reeves: Yo no tengo una lista muy larga. Todo es bastante asombroso para mi.
S.B.: El progreso es mucho más rápido. Cada seis meses hay algo nuevo en tecnología o revelaciones. O la tecnología nos permite retroceder en la historia y descubrir algo nuevo. Todo es mucho más rápido por los avances científicos. Para mí, 2004 parece haber sido hace muchísimo tiempo. Era tan chiquita en aquel entonces...
En el 2004 ninguno de los dos ni siquiera había cumplido los 40 años, aunque ya ganaban el mismo sueldo de $ 15 millones por película. Casi de la misma edad, Sandra Bullock es apenas un mes y medio más grande que Keanu Reeves. Ella cumplió los 42, el 26 de julio y él recién los festejó el 2 de septiembre. En común también afrontan los rumores de matrimonio. Mientras Keanu desmiente oficialmente que se haya casado con la ex novia Autumn Macintosh, Sandra ya no esconde el oficial casamiento con el tatuado especialista en motocicletas Jesse James.
Y claro que hay diferencias. Keanu nació en Líbano y se crió en Toronto (Canadá). Ella nació en Washington D.C, vivió en Alemania y se mudó infinidad de veces antes de dedicarse al teatro en Nueva York. ¿Gustos personales? Ella prefiere el perfume Dune de Christian Dior, la cerveza y el tequila. A él le encanta el sudor del hockey sobre hielo y el vodka. Pero ambos, Sandra Bullock y Keanu Reeves, comparten otro gusto muy especial: la pasión por el cine.
P: ¿El hecho de no haber cumplido los 40, en el 2004 y haber dejado los 30 marca una gran diferencia en apenas dos años?
S.B.: ¿Qué diferencia marca la edad? ¿Por qué siempre surge el tema de la edad con las mujeres?
K.R.: No me parece que la pregunta haya tenido una orientación sexual.
S.B.: Pero se vuelve un problema sexual si yo tengo que responder.
K.R.: Es cierto ¿Por qué tanto problema con la edad? (ríe)
S.B.: Yo no puedo responder porque no noto ninguna diferencia, los números no marcan límites en mi vida.
K.R.: ¿No festejaste los Dulces 16, por ejemplo?
S.B.: Los 16 nunca fueron tan importantes en mi casa, nada lo era.
K.R.: ¿Y cuando es tu cumpleaños…?
S.B.: Cada cumpleaños es una ocasión especial, cada cumpleaños debería ser especial, sin importar la edad.
K.R.: No importa lo que sea. Me parece bien.
P: En el 2004, los dos eran solteros. Y hoy, Sandra es una señora casada. ¿Tampoco hay diferencia en ese sentido?
S.B.: ¿Cambié en algo, Keanu? Tal vez él sea la mejor persona para preguntarle.
K.R.: Buena pregunta. Pero no, no veo que hayas cambiado en nada.
S.B.: ¿No me ves más completa como mujer, ahora que estoy casada?
K.R.: Siempre fuiste más que una mujer.
S.B.: Yo estaba tan feliz antes de casarme, tan satisfecha, en el mejor lugar de mi vida, que el tiempo permitió que conozca alguien que me complemente y me brinde una buena red, para sentirme más aventurera en la vida, pensando "Tengo alguien que cuida mi espalda". Aunque yo pueda cuidarme sola, tengo la idea que alguien me apoya. Y eso es grandioso, como se siente un chico con el padre, cuando los crían diciéndoles que son increíbles, que están ahí con él. Es lo mismo con mis amistades, no solo mi matrimonio. El círculo se hizo más chico, pero las personas de ese círculo son grandes puntos de apoyo. Hacen que yo quiera ser la mejor compañera.
P: ¿Le causa gracia cuando publican que va a tener trillizos o se está por divorciar?
S.B.: O que estuve casada antes. Hicimos una apuesta. Dijimos que en seis meses iban a decir que yo estoy embarazada o que estamos en problemas. Literalmente, a los seis meses, alguien dijo que estábamos en problemas y otro decía que estoy subiendo de peso para tener un bebé. ¿Sabes qué? Es venta pura, no tiene nada que ver con la verdad. Todos lo compran y lo desmienten, pero lo leen.
K.R.: Es una buena frase "Comprar y desmentirlo".
P: ¿Hay algún plan para el primer aniversario de casados el 16 de julio?
S.B.: Si lo hubiera, definitivamente no lo compartiría con el periodismo. Pero igual, todos los días son buenos, con tal que sea un día como hoy, sería perfecto.
P: ¿Los paparazzi los persiguen mucho?
S.B.: No, para nada. ¿Cuándo fue la última vez que me viste tomando un café? La última vez nos encontraron en Nueva York. Pero no vivimos en un lugar que sea fácil de encontrarnos, así que nos dejan bastante tranquilos. No somos tan interesantes. Realmente, no lo somos.
P: Con Keanu Reeves, juntos, al menos llaman más la atención. Con la película Speed habían figurado en las nominaciones de los premios MTV en la categoría 'Mejor Beso'.
K.R.: ¿De verdad ganamos?
P: No, pero habían sido nominados.
K.R.: No ganamos. ¡Por eso me olvidé!
P: ¿Piensan que este año los van a nominar de nuevo con La casa del lago?
S.B.: ¿A quién le importa? Para mi estuvo bueno. No beso para las grandes masas, es mi declaración del día.
K.R.: Yo le daría un puntaje muy alto.
S.B.: Él siempre gana, es el que mejor besa.
P: ¿Mantuvieron contacto entre ustedes, desde que filmaron la primera película de Speed? ¿Ya venían buscando otra película para volver a trabajar juntos?
K.R.: Nos mantuvimos en contacto, sí, pero nunca buscamos una segunda película, lo dejamos sometido al destino. Pero igual compartimos varias cenas.
S.B.: Y también tragos.
P: ¿Keanu está contento de no haber hecho la segunda versión de Speed?
S.B.: Él fue más inteligente en aquel entonces. Estaba rodeado de gente que le decía "no es una buena idea".
K.R.: No, no, no.
S.B.: Nunca me llamaste para decirme que no la haga. Nunca llamaste.
K.R.: ...
S.B.: Ahí lo tienen, su silencio lo dice todo.
P: ¿Habrá Speed 3?
S.B.: Jamás.
P: ¿Creen que deberían haber esperado doce años?
S.B.: Tal vez.
K.R.: ¿Cómo? ¿No era que los años no importan?
S.B.: Es cierto, es cierto (riéndose).
P: ¿Cómo resultó el encuentro con la filmación de La casa del lago, trabajando juntos después de tanto tiempo?
K.R.: Supongo que ayudó que hayamos trabajado juntos, antes. Ensayamos apenas dos semanas y se nota que nos conocemos desde hace tanto tiempo, porque más allá de haber mantenido contacto a lo largo de todos estos años, nos apreciamos.
S.B.: Es como Nescafé, simplemente agregas agua, mezclas y ahí lo tienes: nosotros. La filmación fue fácil, hubo algunos nervios, los dos crecimos en ciertas áreas y en otras no. Fue mejor de lo que había imaginado, diferente de lo que esperaba, mucho mejor en todo sentido.
P: La película está basada en otra película coreana. ¿Llegaron a verla?
K.R.: Yo no vi la original Siworae, porque el guión era diferente, no me pareció lo correcto. A lo mejor la vaya a ver ahora porque escuché que es muy buena como película, pero no me pareció que tuviera que ver con mi trabajo.
S.B.: Yo sí la vi antes de firmar contrato porque no sabía el tono que tenía. No quería que fuera algo demasiado comercial. No me la habían presentado así pero quería ver más pruebas. Y cuando la vi, me convenció. Estaba Keanu, era algo diferente, sin un paquete comercial y el hecho de tener al estudio planteando "Intentemos algo único", todos nos subimos a bordo por la pasión del proyecto. No era para nada una superproducción. No la filmamos para ganar dinero, todos se sacrificaron por el proyecto y es lo que vale.
K.R.: El director (el argentino Alejandro Agresti), también tuvo que ver. Tiene una visión del cine que también me sedujo.
S.B.: Sí, absolutamente. El definitivamente tenía un mundo para la película, que solo él conocía. Y nosotros tuvimos que tratar de sumergirnos en ese mundo, dejando de lado nuestra propia imaginación.
P: Uno de los puntos cruciales de la película es el intercambio de cartas, con lápiz y papel, en un mundo actual donde el email o internet es más común ¿Ustedes todavía escriben cartas a mano?
S.B.: Sí, lo hacemos, nos escribimos entre nosotros. Además, Keanu se niega a usar una computadora o tener email.
P: ¿De verdad? ¿No usa computadoras para nada?
K.R.: Mis amigos tienen computadoras. Si preciso algo, les pido a ellos.
S.B.: Es histórico, una carta se tiene en la mano, es más tangible. Dicen que el email es como escribir una carta, pero nos editamos demasiado. Hay que esforzarse para escribir, conseguir la dirección, mandarla. Además te deja algo que puedas sacar en cualquier momento, para recordar. El email se puede sacar del archivo, imprimirlo y guardarlo, pero no es lo mismo que una carta.
K.R.: Cuando se escribe una carta, la intención es completamente diferente.
S.B.: Estoy de acuerdo.
P: ¿Les parece que es posible enamorarse de alguien por carta, email o internet, sin conocerse?
K.R.: Enamorarse y tener una relación me parecen dos temas diferentes, pero supongo que es posible.
S.B.: Si hay honestidad en la forma que te expresas... Creo que hay demasiadas realidades duras donde la gente se presenta de una forma y cuando se conocen, descubren que son completamente diferentes. Yo me la paso malinterpretando los comentarios que recibo por email , vienen de una forma y después me entero que la connotación era totalmente distinta. Muchas veces, leemos lo que queremos leer en un email . Sucede bastante, pero igual se puede aprender mucho de una persona, si es honesta. Personalmente, yo no creo que pueda enamorarme de alguien así, porque soy demasiado cínica y cabeza dura, pero al menos puedo conocer ciertas cualidades de vida, darme cuenta que hay algo diferente a lo que yo pensaba. Igual, la gente se abre más con un email que escribiendo una carta, porque no hay nada que perder, no hay un cara a cara y no existe ninguna humillación. Si te dicen que no te quieren escribir más, te parece bien aunque te pongas a llorar, pero no necesitas enfrentarlo para verlo.
K.R.: Creo que depende del estado psicológico de cada uno. Hay gente que puede enamorarse en internet y hay otros que probablemente no puedan enamorarse por email.
P: ¿Y la idea de esperar que llegue la persona correcta?
S.B.: La socidedad no apoya esa idea, con las mujeres, no. Quieren que nos casemos a los 22, a los 25. Y después preguntan por qué no tenemos hijos. Y a pesar de ser una idea hermosa, es mucho más difícil para la gente, por tanta presión, a menos que te hayas criado en un ambiente dentro de una linda burbuja donde valga más la pena que el resultado final. Me parece mucho más saludable para el ser humano, ser feliz viviendo con uno mismo, encontrar la satisfacción en la vida, sin necesidad de algo más que la complete. Es mucho más importante que esperar. Y después, si alguien llega y complementa quienes somos, resulta más hermoso. Pero no creo que la sociedad apoye la espera para nada. Y es triste.
Todos nos subimos a bordo por la pasión del proyecto (La casa del lago). No era para nada una superproducción. No la filmamos para ganar dinero, todos se sacrificaron por el proyecto y es lo que vale”.
Sandra Bullock