El bailarín argentino llega con su ballet a Quito para ofrecer dos funciones hoy y mañana, a las 20h30 y 18h00, en su orden, en el Teatro Sucre.
Ecuador también forma parte de la gira de despedida que realiza hasta fines del 2007 el bailarín argentino Julio Bocca, de 39 años de edad. Llega con el espectáculo denominado Bocca Tango, el cual tiene como único argumento resaltar la majestuosidad del tango.
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Constan en él composiciones del maestro Astor Piazzolla, entre ellas Oblivion, Invierno porteño, Romance del diablo, Michelangelo 70 y Balada para un loco, que son interpretadas por la orquesta de ocho músicos que dirige Julián Vat, la cual está integrada por instrumentos de cuerdas y viento, piano y acordeón.
Hay sensuales coreografías de Ana María Stekelman que parecen hechas a la medida de Cecilia Figaredo, bailarina principal del Ballet fundado por Bocca y que lo acompaña en el show Bocca Tango.
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La puesta en escena contempla proyecciones de video de vistas de Buenos Aires y canto en vivo, a cargo de Guillermo Fernández. La lírica explicación del tema Sueños de juventud por la cantante Viviana Vigil anticipa la entrada a escena de Bocca.
El espectáculo, dividido en dos partes, contempla solos del bailarín argentino y, además, el acompañamiento de Cecilia Figaredo y el resto del elenco de su ballet.
Las funciones en Ecuador se cumplen en la capital, hoy y mañana, a las 20h30 y 18h00, en el Teatro Nacional Sucre. Las entradas cuestan 20, 40, 60 y 80 dólares.
Bocca, nacido en Buenos Aires en 1967, era ya en 1982 primer bailarín en la Fundación Teresa Carreño de Venezuela y en el Teatro Municipal de Río de Janeiro. En 1985 obtuvo la Medalla de Oro en el Concurso de la Danza de Moscú. Durante dos décadas fue bailarín de la compañía American Ballet Theatre en Nueva York.
El bailarín argentino culminará su gira de despedida en su país natal en diciembre del 2007 tras un periplo por Latinoamérica y Europa. En Argentina recorrerá el país para hacer actuaciones al aire libre con un camión convertido en escenario móvil.
Después de retirarse se dedicará en el ciento por ciento a una escuela de arte, que estará situada en la capital argentina, pero que será para estudiantes de Latinoamérica.