La construcción del mayor rascacielos de América Latina, de 97 pisos, propiedad del grupo Olloqui de España, un lujoso hotel de Donald Trump y un centro comercial con tres rascacielos del consorcio español Mall, alimentan el boom del sector inmobiliario en Panamá.
El Palacio de la Bahía, que le costará al grupo Olloqui 200 millones de dólares, se convertirá, según su presidente Adolfo Olloqui, en "el edificio más alto de Latinoamérica, uno de los más altos del mundo y el edificio residencial más alto del mundo".
El edificio, que estará terminado para 2009, se levanta frente a la Bahía de Panamá, en la entrada por el Pacífico del Canal y tendrá 350 metros de altura, un hotel, 333 apartamentos, oficinas, un centro comercial, un helipuerto y un restaurante giratorio.
El multimillonario estadounidense Donald Trump tampoco se queda atrás. Su grupo, The Trump Organization, y el Grupo K de Panamá, construyen el Trump Ocean Club International Hotel And Tower, con 65 pisos y 275 metros de altura, presupuestado en 220 millones de dólares.
El complejo Trump estará ubicado en Punta Pacífica, también frente al Pacífico panameño, y abrirá sus puertas en 2009.
La Ice Tower, otro proyecto de 200 millones de dólares y 104 pisos, se construye igualmente en la zona pacífica de la capital panameña.
Cuando Trump anunció el proyecto, aseguró que sería la "insignia en Latinoamérica y el Caribe, con un diseño arquitectónico innovador y vanguardista donde confluirán el confort, la diversión y los negocios al más alto nivel, todo en el mismo lugar".
El Grupo Mall tiene previsto construir por su parte un complejo de residencias y oficinas, "Los Faros de Panamá", con tres edificios de 346 metros de altura y concluirlos para 2009.
Según la Cámara Panameña de la Construcción (CAPAC), el año concluirá con inversiones por 1.200 millones de dólares.
El gobierno de Panamá, que el próximo 22 de octubre realizará un referendo para recabar el apoyo de la población con el fin de ampliar el Canal, por una inversión de 5.250 millones de dólares, reconoce que la construcción pasa por un buen momento.
En 2005 se invirtieron 995 millones de dólares en nuevos edificios, principalmente en la capital, sin tomar en cuenta las obras del sector público, principalmente en viviendas sociales y carreteras.
Un informe del diario especializado Capital Financiero revela en su última edición que Panamá "es visto como uno de los cinco mejores lugares del mundo para vivir, por su costo de vida y seguridad".
El país "está buscando atraer a los jubilados de Estados Unidos, Canadá y Europa, especialmente españoles, que están aprovechando las ventajas que se presentan con el cambio de moneda del euro al dólar", asegura la revista.
Según el estatal Instituto Panameño de Turismo (IPAT), en 2006 se iniciaron en Panamá 32 proyectos turísticos con inversiones por 710 millones de dólares.
El grupo de inversionistas locales Bijao Resort Community & Golf construirá un complejo turístico en una playa del Pacífico, a 40 kilómetros al oeste de la capital, reveló José Bretton, gerente general de la inmobiliaria provivienda.
En Isla Viveros, en el archipiélago de Las Perlas, a 100 kilómetros al sureste de la capital, se invierten otros 200 millones de dólares en un complejo turístico que incluye villas, hoteles, campos de golf y un aeropuerto internacional.
En el Distrito de Boquete, en la provincia de Chiriquí a unos 500 kilómetros al oeste de la capital y en Bocas del Toro, a 590 kilómetros al suroeste de la capital, principalmente en la Isla Colón (Caribe) se construyen también complejos residenciales para jubilados norteamericanos y hoteles para turistas europeos.