En 4 años no se han aclarado paraderos de  Carlos Castaño, líder paramilitar, ni  del jefe guerrillero Manuel Marulanda.
La confirmación del hallazgo del que parece ser el cadáver del fundador de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Carlos Castaño Gil, dio un golpe mortal a esta peligrosa organización creada por la familia Castaño Gil para enfrentar militarmente a los movimientos guerrilleros de izquierda, especialmente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), comandadas por el guerrillero campesino Pedro Antonio Marín, cuyo nombre lo reemplazó por el de Manuel Marulanda Tirofijo.

En los últimos cuatro años se ha desconocido el paradero de ambos personajes. En el caso de Marulanda, las FARC mediante comunicados insisten en que él ejerce su liderazgo desde la selva colombiana, para así desvirtuar rumores de su posible muerte.

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Mientras, con Castaño, desde el 2004 se especulaba de su muerte o un escape a Panamá, Israel, e incluso de un acuerdo con EE.UU. para evitar una dura extradición, luego de someterse a un total cambio de imagen con una cirugía plástica.

La vida de estos dos personajes ha marcado la historia del país en las últimas décadas, al ser promotores y responsables de la mayor cantidad de muertes y terrorismo en todo el territorio colombiano, aunque cada uno tiene sus razones para haber armado de muerte a sus ejércitos.

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Castaño nació en Amalfi, Antioquia, el 15 de mayo de 1965 y, como consecuencia del asesinato de su padre, Jesús Castaño, atribuido a las guerrillas, funda junto con sus hermanos las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), que son el germen para la posterior creación de las AUC.

Los tres hermanos Castaño, Fidel, Carlos y Vicente reaccionan en forma violenta ante la muerte de su padre, un próspero ganadero del departamento de Córdoba tras ser secuestrado y asesinado.

Al morir el mayor de los hermanos, Fidel, en 1994, Carlos toma el control de las AUC, considerada la más violenta y cruel dentro del conflicto armado colombiano.

La historia de Marín, o Marulanda, parte de un campesino víctima de la violencia política que azotaba al país en los años 50, que perdió a sus padres a manos de agentes de la fuerza pública.

Él lidera las FARC, que nacieron el 27 de mayo de 1964 en respuesta a la gigantesca acción militar ordenada por el régimen de entonces, conocida como Operación Marquetalia, que buscaba recuperar al Estado una remota región.

Ambos son hijos de la violencia y desde que deciden pasar a la clandestinidad la vida de Carlos Castaño y la de Manuel Marulanda, alias Tirofijo,  se convierte en leyenda. Los dos están en orillas opuestas, pero han sido los sujetos más buscados por las autoridades colombianas, ya no solo por los cargos de asesinato sino que se han convertido en jefes de carteles del narcotráfico que, según las autoridades, es la base de financiación de estas organizaciones.

También ambos pasaron de ser héroes a villanos, pues creían tener el apoyo del pueblo y encarnar una lucha de reivindicaciones sociales, en el caso de Tirofijo, y de legítima defensa de sus vidas y propiedades, en Castaño, quien terminó siendo víctima de su invento: asesinado por orden de su hermano Vicente.

De Tirofijo no se tiene noticia de su paradero, está desaparecido, mientras se confirma si los restos atribuidos a Castaño en realidad son los de él, en las FARC se indica que Tirofijo está vivo, pero no dan pruebas de su existencia.