España y Grecia chocarán mañana por la medalla de oro, mientras los albicelestes, campeones olímpicos y subcampeones mundiales, jugarán hoy por la de bronce ante Estados Unidos.

Tras haber sido humillado en el Mundial 2002 en casa (sexto) y en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 (bronce), Estados Unidos volvió a sufrir una nueva desilusión.

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Vassilis Spanoulis fue el máximo anotador con 22 puntos. Mihalis Kakiouzis aportó 15 tantos y el pívot Sofoklis Schortsianitis, llamado Baby Shaq, 14.
Por el lado de los NBA, el astro de los Nuggets de Denver, Carmelo Anthony, sumó 27; el base Dwyane Wade otros 19 y LeBron James, 17.

Los helenos jugaron cómodos, a pesar de haber sido desbordados al comienzo por la superioridad de los integrantes de la NBA, que los superaban en doce puntos a los 12 minutos.

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En el último minuto, a ninguno de los jugadores griegos le tembló la mano desde la línea de libres (7), cuando EE.UU. buscaba reducir la diferencia con triples y cometiendo faltas.

“Es una conmoción para nosotros. Vinimos aquí a ganar el  título y no los pudimos alcanzar”, dijo Anthony.

Adiós Argentina
En el duelo más esperado del Mundial la potencia de Sudamérica sucumbió ante el gigante de Europa por un pase a la final. El partido fue todo lo que se pronosticó, y algo más.

En un final cardiaco, y con un tiro libre de José Manuel Calderón, restando 18 segundos, España superó a los albicelestes por un punto.

Argentina tuvo un rayo de luz en la postrimería. Emanuel Ginóbili entró al área rodeado de torres ibéricas, pasó la pelota a Andrés Nocioni, pero el alero de los Bulls de Chicago falló un triple que habría significado el triunfo gaucho al sonar el silbato.