El actor mexicano Roberto Gómez Bolaños, ‘Chespirito’, creador de personajes entrañables como el ‘Chavo del Ocho’ o el ‘Chapulín Colorado’, aseguró el miércoles pasado, al presentar sus memorias tituladas Sin querer queriendo, que el mayor éxito de su vida fue dejar de fumar.
 
“Cuando me preguntan cuál ha sido mi mayor éxito creen que voy a decir que ‘El Chavo del Ocho’ o ‘El Chapulín Colorado’. No. Mi mayor éxito ha sido  haber dejado de fumar”, dijo Bolaños.

“Hace once años y medio que dejé de fumar. No he vuelto a tomar un  cigarrillo”, afirmó orgulloso el hombre que creó a algunos de los personajes  más famosos de la televisión latinoamericana en los años setenta.

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En su autobiografía narra sus vivencias hasta el año 2000 a  través de anécdotas, sazonadas tanto por el humor como por la nostalgia. El actor, de 77 años, expresó que en la computadora  en la que escribió sus memorias “se quedó mucho”  sin publicar.

Entre las confesiones que hace consta que es pariente  lejano del ex presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), algo que  nadie quiere reconocer ya que el mandatario se atribuyó la responsabilidad  directa de la matanza estudiantil de 1968.

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Sobre la actriz Florinda Meza, con quien se casó hace dos años tras 27 años de vínculo  sentimental, comentó que se conocieron en 1971,  cuando comenzaron a trabajar juntos en ‘El Chavo del Ocho’.  “Yo estaba enamorado de ella durante mucho tiempo, pero no me hacía caso. Y  yo no quería insistir porque si hay una conducta que me parece horrible es esa  de un jefe que da empleo a cambio de favores particulares”, rememoró.

Gómez Bolaños dijo que a su lado ha sido feliz ya que Meza fue su “gran apoyo en  todos los sentidos”. “Todos los días me sube el desayuno a la cama y la cena.  Inclusive cuando hemos tenido algún pleitecito”.

El actor, que está prácticamente sordo de un oído, aseguró no tener miedo a  la muerte, aunque sí a agonizar lentamente.

También recuerda en su autobiografía que cuando el ex presidente Carlos Salinas (1988-1994) mató a su sirvienta, a los 7 u 8 años de edad, el juez solo multó a sus padres.

Escribió que su tío, Gilberto Bolaños, entonces director del Tribunal de Menores, le impuso una multa a los padres del futuro presidente por este homicidio.

Bolaños expresó que su tío le contó que Salinas y  un primo “estaban jugando y la mataron de verdad, y aunque eran muy pequeños, parte de la sociedad pedía que los encerraran en la cárcel, pero él (Gilberto Bolaños) manifestó que no, que la culpa no podía ser de un niño”.