El colombiano Juanes se puso la camiseta por una "Colombia sin minas" en un concierto en Los Ángeles, en el que junto a Carlos Vives, Ana Gabriel, Alejandro Sanz y Juan Luis Guerra, erizó la piel a la multitud rogando por la siembra de alimentos en vez de bombas.
"Mi país es mi país, pero hoy Colombia es mi país", dijo el español Alejandro Sanz, que como el resto de los cantantes llegaron a esta cita en The Gibson Amphitheatre con un mínimo equipo, de manera que el presupuesto por cada músico fuera bajo y así donar lo máximo a las víctimas de las minas antipersonales.
Así, casi sólo con guitarra el puertorriqueño Luis Fonsi, el venezolano Ricardo Montaner, la italiana Laura Pausini y el dominicano Juan Luis Guerra empezaron a entonar canciones de uno y otro, despertando el gran coro del público que tarareó cada canción y aplaudió cada frase contra la violencia y la guerra.
"La música es una herramienta, un arma de paz", dijo el autor de esta fiesta, Juanes, que contó hasta con la actriz mexicana Salma Hayek como presentadora del evento producido por la fundación "Mi Sangre", creada por el músico colombiano con el apoyo del Observatorio de Minas Antipersonales, una agencia gubernamental colombiana.
De acuerdo a esta agencia, el año pasado Colombia fue el país con mayor número de víctimas por la explosión de minas en el mundo, 1.070, mientras que en 2004 había quedado en tercer lugar detrás de Camboya y Afganistán, dijeron los músicos horas antes del espectáculo en una rueda de prensa.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando el público coreó desde la primera a la última estrofa "Ojalá que llueva café" de Juan Luis Guerra.
"Sembrar minas es completamente antinatural en una tierra que nació para sembrar alimentos", dijo un emocionado Carlos Vives, otro colombiano que participó en esta cita musical "contra el odio".
Según la fundación "Mi Sangre" de Juanes, las minas antipersonales son las armas que más utilizan los narcotraficantes y se calcula que las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) han plantado 120.000 en sus zonas de control en Colombia.