Al grito de "Sí se puede" decenas de miles de inmigrantes hispanos colmaron las calles del centro de Los Angeles este lunes, respetando el llamado al boicot económico de la comunidad en todo Estados Unidos para reclamar la legalización de millones de indocumentados.
  
"Hoy marchamos, mañana votamos y si nos echan brincamos", entonaban los  manifestantes en el centro de Los Angeles, la megalópolis de California donde  casi el 45% de la población es de origen hispano, y donde iniciaron la primera de las tres marchas pautadas para este lunes.
  
De acuerdo a los organizadores de las protestas y la Policía, una de las marchas en Los Angeles podría superar por lejos la manifestación del pasado 25 de marzo, cuando más de 500.000 personas paralizaron el centro de la ciudad, y  donde este lunes la mayoría de los comercios cerraron.
  
Hasta antes del mediodía en la costa oeste de Estados Unidos, la Policía no había dado una estimación oficial, aunque decretó una alerta táctica, mientras imágenes aéreas mostraban las largas avenidas céntricas repletas de manifestantes vestidos con camisas blancas y portando, una mayoría, banderas estadounidenses.
  
Fabian Castelli y Ashley Dawson, residentes del barrio de Hollywood, se  acercaron a la marcha vestidos de novios con una pancarta que decía: "Estados  Unidos, ¿quieres casarte conmigo?"
  
Castelli es un diseñador de modas mexicano indocumentado que afirmó "ser un  trabajador que contribuye (con impuestos) con la ciudad": "Quiero mostrarle al  Presidente que trabajamos duro, no somos criminales. Nosotros sólo venimos aquí  y somos buenos ciudadanos".
  
Su "novia", Ashley Dawson, vestida para la parodia pero con un modelo que  lucía la bandera de Estados Unidos, dijo que estaba allí para "apoyar la causa"  porque cree que "pertenecen a este lugar tanto como la gente que nació aquí".
  
"Yo he luchado por la gente trabajadora, porque creo que tienen derecho a estar aquí, trabajar duro, gastan un montón de dinero, pagan impuestos, pagan  alquileres, como cualquier otra persona, pero se les niegan sus derechos", indicó María Flores, quien vive con documentos en Estados Unidos desde la década de 1960 y sus hijas son de Los Angeles.
  
Las decenas de miles de personas que participaban de la protesta matutina  respondían al llamado de los grupos hispanos más radicales en California, que  pidieron no asistir a los trabajos y abandonar las aulas escolares para "hacer  sentir el aporte de los inmigrantes en la economía del país", recalcaron los  organizadores.
  
En la tarde otra coalición de grupos latinoamericanos, con el apoyo de la  Iglesia Católica, muy influyente en la comunidad centroamericana en Estados Unidos, convocó a otra marcha en el centro de Los Angeles para que la gente pudiera dar su apoyo a la causa migratoria, pero luego de ir a trabajar y de asistir las escuelas.
  
En la ciudad de Los Angeles, con una población de más de 9,5 millones de  habitantes, viven 4,2 millones (44,6%) personas de origen latinoamericano, de los cuales una gran mayoría son mexicanos o centroamericanos que, como en el  resto de América Latina, son en su mayoría de confesión católica.