Tres directores de cine -Tocha Alves, Hank Levine y Marcelo Machado- presentarán a partir de mañana en Brasil el resultado de su esfuerzo de llevar a la pantalla grande una película capaz de revelar el "secreto" que convirtió al fútbol brasileño en el más victorioso y admirado del mundo.
  
La respuesta de los cineastas está en el mismo título de la cinta, "Ginga", una palabra brasileña que significa al mismo tiempo ritmo, flexibilidad y creatividad y nació en los juegos de "capoeira", la lucha-danza de los descendientes de los esclavos africanos en Brasil.
 
La obra, en cuya realización participó también el festejado cineasta brasileño Fernando Meirelles, autor de "Ciudad de Dios" y "El Jardinero Fiel", relata la historia de ocho jóvenes de distintas ciudades y clases sociales que tienen algo en común: una extremada habilidad en el manejo del balón y el sueño de convertirse en astros del fútbol.
  
Según Alves, todos los participantes comparten también la "ginga", el factor que hizo nacer el "jogo bonito", que hace que el fútbol brasileño sea único en el mundo.
  
"Quizás sea ésa la mejor explicación para el éxito del fútbol brasileño, una característica de sus jugadores que casi ninguna otra nación logra exibir", afirmó el cineasta, en entrevista con la agencia Estado.
  
La película fue financiada por el fabricante estadounidense de material deportivo Nike, que patrocina a la selección brasileña de fútbol que buscará el "hexacampeonato" en el Mundial de Alemania 2006.
  
Para Nike, la obra forma parte de una estrategia de marketing que rodea el lanzamiento de una nueva línea de productos, bautizada precisamente "Ginga".
  
Para realizar la película, los directores dedicaron siete meses a la tarea de seleccionar a los protagonistas, en visitas a ciudades de siete estados de Brasil.
  
Entre las estrellas anónimas de la obra están algunos que adoptaron nombres de jugadores famosos, como Romarinho, un joven habitante de la favela Rocinha, en Río, quien busca una oportunidad para actuar por el Flamengo, y Garrincha, un muchacho de Bahía que adoptó el sobrenombre del legendario puntero derecho fallecido en 1983.
  
También exhibe su "Ginga" en la pantalla grande el minusválido Wecsley, quien soñaba ser portero hasta que fue atropellado y perdió una pierna.
  
La película incluye además entrevistas con el delantero Robinho, uno de los astros de la selección brasileña y del Real Madrid español.
  
En los últimos minutos, un encuentro de Robinho con el jugador de fútbol sala Falcao da al público una demostracción mágica de todo lo que puede llegar a hacer un brasileño con una pelota en los pies.

 

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