Libri Mundi, una librería quiteña con prestigio y tradición, será vendida. Ubicada en una vieja casona del barrio de La Mariscal, esa institución ha sido uno de los principales referentes culturales de la capital porque también es editorial y distribuidora de libros.

Pregunta: ¿Es cierto que usted venderá Libri Mundi en un millón y medio de dólares?, pregunta Diario EL UNIVERSO a su propietaria Marcela García.
Respuesta: Ella ríe al comentar la noticia  aparecida ayer en un diario capitalino y, de manera tajante, señala: “Son puras elucubraciones que no sé de dónde salieron”.

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P: Pero, ¿la negociación está cerrada?
R: Sí, y la transferencia  a sus nuevos propietarios ocurrirá en pocos días.

P: ¿Qué representa para usted desprenderse de Libri Mundi?
R: Recuperar mi libertad.

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P: ¿Con qué se queda?
R: Con el recuerdo, con la experiencia, con los largos años de una vivencia increíble.

P: ¿Cuántos han sido esos largos años?
R: En total, 35: los  16 últimos para mí y los  19 primeros para mi esposo, Enrique Grosse-Luerman, quien fundó la librería y la editorial.

Los nuevos dueños serán Francisco Dalmau Chiriboga y Ramiro Almeida, quienes, desde  1999, tienen su editorial Latin Web, sello bajo el cual han hecho algunas ediciones. Ellos dicen que sueñan continuar con el legado de Enrique y Marcela. Ese  es el enorme reto que asumen.

Afirman que, a pesar de su juventud, se han preparado largamente y con toda la seriedad posible: han viajado a ferias internacionales del libro, han asistido a cursos, a seminarios, han establecido contactos con los principales protagonistas del libro en todo el mundo.

Los dos quieren dar al libro la importancia que tiene y hacer que  el lector ecuatoriano tenga  acceso a él en medio de ese ambiente cálido, cordial, amistoso, que ha caracterizado a Libri Mundi. “Estamos apostando por la cultura”, afirman.