El primer libro de Las crónicas de Narnia  se  publicó en 1950 con el título El león, la bruja y el armario. La saga, compuesta por siete volúmenes,  se completó  en 1956.

En El léon, la bruja y el armario,   primer volumen de Las crónicas de Narnia, del escritor británico  Clive Staples Lewis, libro  llevado  al cine en el 2005 por los estudios Disney, existe una explícita referencia bíblica. Aslan, el léon, personaje principal   de   la historia, es una especie de Dios,  pues es el   creador de Narnia,       y de Jesús, cuando  muere para salvar a su pueblo.  Edmund, uno de  los cuatro    niños  Pevensie que visitan    Narnia, vencido   por la  ambición  traiciona a sus hermanos. Una alusión a Judas.

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Sin embargo, la obra de Lewis  tiene dos niveles de lectura. Una: la exposición de   la    lucha del bien contra el mal y  de las aventuras fantásticas con un  tono  sencillo, ya que  la historia va dirigida al público infantil, y la otra:  la de la analogía religiosa. Y  este último  filón  no es una      casualidad. Tiene conexión   con  la filosofía del escritor. Cuando C.S. Lewis publicó   Las crónicas de Narnia,  era un cristiano militante. Había abrazado la fe tras años de descreimiento.
  
Nació  en Belfast,  en el  norte de Irlanda, el 29 de noviembre de 1898, en un hogar acomodado,  que pronto entra en crisis. La madre de Lewis falleció cuando  aún era un niño. Junto con su hermano quedó al cuidado de un padre al que la ausencia de la  esposa lo  tornó irascible.   Ese entorno   propició  talvez que el futuro escritor viera  el mundo como un lugar frío, huraño y que no creyera en nada, salvo en la palabra, pues era un gran lector y desde pequeño creaba   historias en las que los animales, al igual que en Las crónicas de Narnia,  hablaban.

Realizó  estudios de literatura, se destacó como catedrático en Oxford y Cambridge, en Inglaterra,    y como crítico literario y   fue  uno de los impulsores de la obra de ficción  de uno de sus más cercanos  amigos: el escritor J.R.R Tolkien,  autor de El señor de los anillos, con quien   integró, junto a   otros personajes de la época,  el grupo  Los Inklings y del que, dicen, posteriormente se alejó por disparidad de criterios en torno a lo religioso. 
 
Su conversión al cristianismo se dio  en la adultez, cuando Lewis contaba con 33 años. Y fueron las lecturas de autores en los que él confiaba por su solvencia intelectual, quienes lo enrumbaron  hacia la fe.  En sus obras Lewis  aborda  aspectos   teológicos y morales, como en El problema del dolor y Carta del diablo a su sobrino. Su producción  más popular    es Las crónicas de Narnia,  que también posee una filosofía religiosa.

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“Debemos individualmente recibir a Jesucristo como señor y salvador para poder conocer y experimentar el amor y el plan de Dios para nuestras vidas”, decía Lewis, quien encontró en la religión la felicidad.
Contrajo matrimonio ya  maduro, cuando pasaba de los 50 años,  con una poeta de nombre Joey Davidman, que murió  cuatro años después, de cáncer, y que era madre de dos hijos, uno de los cuales es el productor de la adaptación fílmica  de El león, la bruja y el armario.

Génesis   
El primer libro  de Las crónisa de Narnia, Lewis lo publicó  en 1950 con el título El león, la bruja y el armario, y completó la saga, compuesta por siete volúmenes, en 1956. Los estudios  Disney  con la adaptación cinematográfica de la obra lograron  que muchas personas  que no conocían   la obra  del autor volcaran sus ojos  hacia esta historia. Ahora hay el interés de Disney  de llevar al cine  los otros volúmenes de la saga.

El león, la bruja y el armario  cuenta que los  hermanos Peter, Susan, Edmund y Lucy ingresaron  a Narnia a través de  un armario,  mientras estaban refugiados  en una casa  alejada de   Londres, adonde los envió  su madre para protegerlos y el  padre combatía en la Segunda  Guerra Mundial. 

Un gran número  de personas  arribó  a  Narnia en el 2005, mediante el cine. Esta saga  es   una de las obras literarias más vendidas en varios países. Incluso en lugares en los que no suelen producirse arrolladores  éxitos de ventas, como es el caso ecuatoriano, los libros de Lewis han batido récords.

Oswaldo Obregón, del grupo Planeta Ecuador, empresa a la cual pertenece la editorial Destino, que publica  los libros en idioma español, cuenta  que en el país se importaron    23.000 ejemplares de Las crónicas de Narnia, que  están  por agotarse,  y   hará una importación desde España,  lugar donde se editan, de  10 mil ejemplares más. 

La película y la difusión que se realizó de ella  pusieron   de  moda  el tema, dice  Obregón.    Señala  que a los niños y jóvenes les atrae el  mundo fantástico porque tiene correspondencia  con su imaginario.
De ese modo explica también el éxito de sagas literarias llevadas al cine como  El señor de los anillos  o Harry Potter.

El orden de publicación
Quienes hayan comprado  la colección  de Las crónicas de Narnia   tropezarán quizá con una inquietud. ¿Por qué se dice que El león, la bruja y el armario  es el primer número de Narnia, si es el volumen dos? La explicación es que este libro   fue el primero que publicó el escritor en 1950,  y luego sacó a la luz El príncipe Caspian. Cada año ponía en circulación   uno,  hasta completar la saga.
 
Las narraciones  no guardaban un  orden cronológico. En el volumen seis (El sobrino del mago), por ejemplo,   se contaba recién la creación de Narnia. De modo que las  ediciones posteriores  han preferido ordenar  los libros  de una forma  cronológica.   Así,  El sobrino del mago, que es el origen de Narnia, pasó a ser el número uno. Seguidores de Narnia comentan  en algunos de los foros de la página de internet  www.cairparavel.cl que aunque de este modo la historia se vuelve ordenada, pierde interés. Afirman  que  es mejor comenzar por El león, la bruja y el armario y después enterarse del origen. 

En internet  hay decenas de sitios dedicados al mundo de Narnia, blogs y foros para discutir.    Lewis, quien falleció el 22 de noviembre de 1963, el mismo día en que asesinaron al presidente de Estados Unidos,  John F. Kennedy, ha adquirido  actualidad.  Sus restos descansan en Oxford.

En  Narnia solo  pueden  ingresar los humanos mientras son niños. A  los siete libros de C.S. Lewis puede acceder  toda persona que crea en la importancia de la imaginación.

DATOS
¿QUÉ ES NARNIA?
En  un artículo publicado en el diario español El País se dice que  la  palabra Narnia, que dio nombre al reino de fantasía  creado por C.S. Lewis, es el nombre romano de una ciudad italiana situada cerca de Roma: Narni.  El autor, gran  conocedor de los mitos clásicos, se encaprichó desde niño con ese topónimo, se refiere en la nota.

DOS MUNDOS
En la ficción de  Las crónicas de Narnia se juega con dos tiempos: el del planeta Tierra, donde habitan los humanos, y el de Narnia. Los hermanos Pevensie no son los primeros en llegar a Narnia, según se narra  en el volumen   El sobrino del mago. Los primeros fueron Digory y Polly. Digory  trajo una manzana de Narnia y se la dio de comer a su madre, quien  estaba enferma. Luego sembró las semillas y nació un árbol. Cuando Digory era adulto, con la madera de ese árbol hizo  confeccionar un armario. Por ese lugar ingresaron luego a Narnia los hermanos Pevensie.