El martes saltó a la luz pública una grabación telefónica donde la ministra fiscal Cecilia Armas supuestamente da sus bendiciones y promete silencio al ex presidente Abdalá Bucaram. La cinta fue difundida por el Partido Roldosista. Con esto se confirma que el registro de conversaciones telefónicas está dentro del repertorio de armas –lícitas e ilícitas– que utilizan los políticos, no los periodistas ecuatorianos.

El partido político sacó la grabación con el fin de probar que la orden de prisión en contra de su líder no está vigente. Sin embargo, en algunos canales de televisión no hicieron énfasis o definitivamente pasaron por alto este “detalle”.

En ‘Televistazo’ se la presentó suelta: “se difundió una conversación telefónica entre la fiscal Cecilia Armas y Abdalá Bucaram” y luego se escuchó un extracto del diálogo de aproximadamente 30 segundos. La nota periodística acabó con un juego verbal cargado de ironía sobre el intercambio de bendiciones entre los dos personajes. Nunca se aclaró en el contexto de qué, para qué, cómo y de dónde provenía la grabación.

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¿Por qué no se lo dijo? Cuando una información no tiene fuentes ni procedencia se produce un cortocircuito. Esos dos elementos son fundamentales para que una noticia pueda ser evaluada por el televidente. Pero, ¿qué sucede si la fuente no goza de la confianza del medio de comunicación, como parece suceder en este caso? La mayoría de veces la información no se divulga hasta contrastarla, en otras ocasiones se la presenta relativizada. En ‘Televistazo’ optaron por una tercera vía, más fácil y más cuestionable: se “olvidaron” de citar fuente y procedencia y entraron de lleno a lo “importante”: pedir la renuncia de Cecilia Armas (encuestas matutinas).

En Teleamazonas se informó desde el inicio que la grabación fue divulgada por el PRE y se emitió la conversación en su integridad. Así quedaba en claro que Abdalá Bucaram pedía de “primera mano” seguridad para que no se pida una orden de captura internacional y le anunciaba explícitamente a la Fiscal que abandonaría el país.

Faltaba más, en ‘24 Horas’ de Teleamazonas tampoco confían plenamente en el PRE (parte interesada en el asunto), y trataron de relativizar las revelaciones buscando las versiones de Armas.

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Su primera declaración de que ella habla  “poco por teléfono” parecía más bien una broma. Su comparecencia en el set matutino frente a Jorge Ortiz  tampoco fue convincente y eso que el entrevistador se agarró de la hipótesis de la edición practicada por el PRE.

Ortiz no parecía haber escuchado con atención  el contenido de la cinta como lo demuestra el hecho de que no mencionó el importante detalle de que Bucaram no se refirió a una orden nacional de captura sino a una orden internacional emitida por Interpol.

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Dos tratamientos distintos y un solo resultado verdadero. A las 08h00, en Teleamazonas ya se lanzó la pregunta aquella, “¿cree usted que la Fiscal debe renunciar?”.