De lo que tengo entendido, tras la aprobación del presupuesto general del Estado para el 2006 se aumentará el déficit fiscal para que los gobiernos seccionales obtengan más dinero, asignando parte de los ingresos petroleros como ingresos corrientes. Como bien se ha sugerido, eso no es más que una buena jugada de los partidos políticos con miras a las elecciones del próximo año. Por tal razón, es conveniente que hagamos algo al respecto. Debemos exigir la declaración de gastos. En qué se invierten los dineros asignados. ¿En hacer obras innecesarias para tener con qué mostrarse ante los electores? ¿Son invertidos los recursos en donde en verdad se los necesita? ¿Se hacen obras de  fondo o solo de forma?
Además debería prohibirse que con los dineros del Estado se haga campaña electoral (como lo hacen siempre), poniendo en evidente desventaja a sus contendores. El país tiene el derecho (y los diputados y gobiernos seccionales la obligación de hacer que así suceda) de saber cómo se invierten los dineros a ellos asignados.

Hay tantas necesidades qué cubrir. Ni mencionar proyectos que desde hace décadas debieron ser discutidos y elaborados como el de la generación eléctrica en el país.

Mis colegas no pueden creer aquí, en Alemania, que nosotros sigamos teniendo un sistema central de generación eléctrica, que dependamos del nivel de agua en Paute y por eso importemos electricidad de nuestros vecinos. Que nosotros nos enfrentamos con problemas que ellos sufrieron ¡en 1950! Incluso nuestros vecinos andinos nos han superado en ese aspecto.

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Nosotros con nuestro voto debemos exigir que se nos muestre cómo se gastan los recursos. Debemos elevar nuestra voz y exigir que así sea.

Micaela Delgado Aumala
Hamburgo