Barcelona volvió a ganar. Así es, luego de cuatro fechas sin conocer la victoria, el equipo canario dio cuenta de un mermado Deportivo Cuenca a quien apabulló cinco tantos a dos en un partido de poder apoder, donde primaron las expulsiones y grandes emociones.

Los morlacos se adelantaron en el tablero luego de una gran jugada colectiva donde la tocaron entre medio equipo, para terminar con la precisa definición del Ventarrón Quiñonez, quien tempranamente puso a sufrir a la hinchada amarilla.

Al minuto del gol cuencano, una rápida jugada en la zaga visitante terminó en una acción violenta que el árbitro central,Mauricio Reinoso, castigó con la expulsión de Barijho por Barcelona y Mina por el Cuenca.

Publicidad

La expulsión la sintió más el expreso austral que se desarmó y permitió que a los 14 minutos, George de fuerte remate venza a Klimowicz y empate el cotejo.

De ahí en adelante, Barcelona creció y comenzó a apretar a los morlacos, que se refugiaban en el contragolpe de sus punteros. El retraso de líneas del Cuenca permitió a Barcelona copar la cancha y en uno de sus ataques, el Tin Delgado sufrió una falta que se sancionó como penalti y que el colombiano Morantes resolvió en gol. 

Cuenca buscó el empate pero sin orden, lo que permitió a Barcelona irse al vestuario con la tranquilidad de un resultado a su favor.

Publicidad

En la segunda mitad, los morlacos salieron en busca del empate pero se encontraron con otro balde de agua fría. A los ocho minutos de reiniciado el encuentro, una nueva falta contra Delgado, muy discutida, permitió a Morantes poner su segunda personal y la tercera para su equipo.

La desesperación del Cuenca los hizo tomar el control del partido pero sin orden , mientras Barcelona contraatacaba con peligro. Así, al minuto 37, Calderón acortó distancias en el marcador con un espectacular gol de ´palomita´, tras pase de Fleitas.

Publicidad

Cuando más presionaba Cuenca para encontrar el gol salvador, surgió lo inesperado. Dos balones ingresaron al campo y el arquero Klimowicz retiró uno, pero tirándolo directamente donde un pasabolas golpeándolo en la cara. La acción antifutbolística del arquero argentino dejó a su equipo con 9 hombres y un defensa menos, Bohórquez, para dar paso al portero Lanza.

El partido se extendió seis minutos más de los 90 reglamentarios y bastaron para que Barcelona convierta dos goles más contra un Lanza frío y una zaga desdibujada. Grisales de media distancia y el Tin Delgado sellaron la victoria amarilla que se reencontró con el triunfo en su casa.