Hablar de Víctor Gaviria es también recordar a su producción La vendedora de rosas (1997), que reflejó con crudeza el submundo de Medellín y el universo de conflictos personales de una niña de la calle. Gaviria, influido por el documental y el neorrealismo italiano, marcó un hito importante del cine latinoamericano por lo impactante de las temáticas que abordó, como la niñez,  y la sensibilidad con que las representó.