El dramaturgo británico Harold Pinter, de 75  años, es el ganador del premio Nobel de Literatura 2005, otorgado este jueves  por la Academia Sueca.
  
El premio recompensa a un autor que "en sus obras descubre el precipicio  que se esconde bajo la cháchara diaria y fuerza su entrada en el ámbito cerrado  de la opresión", explicó la Academia.
  
Nacido en 1930 en Londres, Pinter está generalmente considerado como el  "mayor exponente del teatro dramático inglés de la segunda mitad del siglo XX",  indicó la Academia.
  
A los 9 años, fue evacuado de Londres durante la II Guerra Mundial, para  regresar sólo tres años más tarde. La experiencia de los bombardeos permanece  indeleble en su memoria, ha reconocido en muchas ocasiones.
  
En 1957 debutó como dramaturgo con "The Room" (La habitación). Una de sus  primera obras "The Birthday Party" (La fiesta de cumpleaños, 1957),  inicialmente un fracaso, se ha convertido después en una de sus obras más  representadas.
  
"Su posición en tanto que clásico moderno está ilustrada por la creación, a  partir de su nombre, de un adjetivo que describe una forma de atmósfera y de un  entorno particular en las obras de teatro: pintoresco ".
  
Según la Academia, "en la habitación típica de Pinter, se encuentran seres  que se defienden contra intrusiones foráneas o contra sus propios impulsos  atrincherándose en una existencia reducida y controlada".
  
"Otro tema principal es el carácter fugitivo e inalcanzable del pasado",  agrega la Academia.
  
Desde 1973, Pinter también se ha dado a conocer como un ardiente defensor  de los derechos humanos.
  
Además, ha escrito novelas radiofónicas y guiones de cine y televisión.  Entre sus trabajos en este sector más conocidos son El sastre de Panamá (2001),  El cuento de la doncella (1990), Accidente (1967), El mensajero (1971) y La  mujer del teniente francés (1981) o Conspiración en Berlín (1996).
  
En 2004, el premio fue atribuido a la polémica escritora austriaca Elfriede  Jelinek.
  
El Nobel de Literatura cierra este año la sesión de los premios Nobel. La  semana pasada, el Nobel de la Paz recayó en la Agencia Internacional de Energía  Atómica (AIEA) así como en su director general Mohamed ElBaradei por el trabajo  realizado contra la proliferación de armas nucleares.
  
Dotados cada uno con 10 millones de coronas suecas (1,1 millón de euros,  1,3 millón de dólares), estos prestigiosos premios nacieron en 1901, en  cumplimiento de la voluntad del sabio sueco Alfred Nobel. La entrega de premios  tiene lugar en Estocolmo y Oslo cada 10 de diciembre, día del aniversario de la  muerte de Nobel en San Remo (Italia) en 1986.