Eslovaquia, que derrotó en Bratislava a Argentina el pasado domingo por 4-1, y Croacia, que venció en Split a Rusia por 3-2, clasificaron para la final de Copa Davis, en una edición inédita entre dos países jóvenes que no se encuentran entre las potencias del tenis.
Hay que remontarse a 1976 y al duelo entre Italia y Chile para hallar una final entre dos naciones en busca de su primera ensaladera de plata.
Para Croacia –que deberá acudir a la difícil superficie de Bratislava a principios de diciembre para intentar lograr el título–, una victoria en la Copa Davis sería una novedad absoluta. Eslovaquia, independiente desde 1993, tomaría el relevo de Checoslovaquia, que ganó en 1980 con Iván Lendl y Tomas Smid.
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En Brastislava, cuando Dominik Hrbaty cerró el último punto del partido en que derrotó a Guillermo Coria, poniendo en 3-1 la semifinal de Copa Davis y alcanzando la final, demostró la calidad emergente del tenis de su país.
El capitán del conjunto croata, Nikola Pilic, admitió que hubiera preferido enfrentar en la final de tenis a Argentina en Croacia que a Eslovaquia en Bratislava.