Una pérdida de peso inexplicable en personas mayores podría ser una señal precoz del mal de Alzheimer, muchos años antes de las pérdidas de memoria que caracterizan la enfermedad, según una nueva teoría.

Investigadores del Centro Médico de la Universidad Rush de Chicago basan su teoría en el estudio de 820 sacerdotes, monjas y otros religiosos católicos de edad promedio de 75 años, estudiados durante 10 años.

Los participantes sanos en otros aspectos, cuyo índice de masa corporal cayó más bruscamente, mostraron más probabilidades de sufrir el mal de Alzheimer.

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David Bennett, director del Centro de la Enfermedad de Alzheimer en Rush, dijo que los resultados plantean la posibilidad de que el mal ataque regiones del cerebro que regulan la ingestión y metabolismo de alimentos, además de la memoria, y que la pérdida de peso es un síntoma precoz.

La pérdida de peso suele producirse después de diagnosticado el Alzheimer y se la atribuye en parte a la pérdida de memoria y otros cambios asociados con la demencia.