EN EL CONCIERTO QUE DIO EN EL MAAC, EL ARTISTA NACIONAL PRESENTÓ SU NUEVO CD Y OFICIALIZÓ SU REGRESO A LA ACTIVIDAD MUSICAL Y LOS ESCENARIOS.

Se lo notaba tenso.  Al escenario del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), ubicado en el Malecón 2000, el cantante ecuatoriano Ernesto Rovayo subió sin mayores prisas. Vestido con un terno oscuro y una camisa de color azulado, inició su presentación a las 21h00, aunque estaba programada a las 20h30.

El público que acudió estuvo, en su mayoría, integrado por gente vinculada con la publicidad, los hospitales, clínicas y  centros de asistencia médica. Ellos fueron invitados por Rovayo. Y es que, además de cantar, él dirige Ingemédica, una empresa dedicada a la ingeniería hospitalaria.

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Para encaminarla es que, según ha manifestado, se alejó hace casi cinco años de la actividad artística, a la que formalmente volvió con el show que brindó en el MAAC.

Antes de que los músicos se ubicaran en el escenario y de que el propio Rovayo subiera a él, se proyectó un video que resumió su carrera, la cual comenzó en 1998 al participar en el Festival OTI de la Canción, capítulo Ecuador.

Con el tema A dónde irá, que constó en su primera producción discográfica (titulada Y sigo aquí), Rovayo inició un repertorio  compuesto por las canciones que popularizó entre el 2000 y 2001 y las catorce que presenta en No es fácil callar lo que siento.

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Tras interpretar Quisiera, No quiero jamás que me olvides, que mencionó es de la autoría de su hermano, Medardo Rovayo; Tus ojos y Dímelo, el artista nacional dejó el nerviosismo inicial.

Ya más relajado, se despojó de la leva y comentó con los presentes que creció escuchando la composición Ojalá, del cubano Silvio Rodríguez. “Por ello la incluí en mi primer material”, precisó antes de cantarla, con la ayuda de los presentes. 

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A medida de que la tensión fue desapareciendo en Rovayo, su voz adquirió otros matices. Se escuchó más fuerte y él hizo gala de esa  potencia. Aunque no evidenció un gran desenvolvimiento escénico, el artista logró  transmitir el sentimiento y las fusiones musicales de su nueva producción discográfica. Él cantó, además, Cuándo, Si eres feliz, Hoy me libero y Todo aquello. Unas son baladas acústicas y románticas y otras, salsa pop, tropical y rancheras. La dirección musical del show estuvo a cargo de Alejandro Cañote.

Y sigo aquí marcó el fin de la velada, que se prolongó hasta las 22h15. Rovayo salió de escena, pero por pedido de la audiencia volvió para repetir No es fácil callar lo que siento, el sencillo que da título a su nuevo CD.

Entre la audiencia, como un fanático confeso, se encontró Marcos Rovayo –padre del artista–, quien dijo disfrutar de la presentación y auguró éxitos a su hijo. Lo mismo hicieron Alexandra Chica y Jorge Viteri, quienes coincidieron que al recibir la invitación buscaron tiempo para asistir porque han seguido de cerca la actividad musical de Rovayo “y hay que apoyar a los buenos talentos”.