El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se aprestaba este viernes a emitir un pronunciamiento al país luego de que se profundizó la crisis política que está sacudiendo a su gobierno.

La decisión de pronunciar el discurso se produjo luego de llamamientos de políticos opositores y oficialistas para que explique las afirmaciones de su publicista de campaña de que recibió fondos no declarados en una cuenta en el exterior.

En tanto, por primera vez desde que asumió en enero del 2003, una encuesta de opinión mostró que Lula sería derrotado si se realizaran elecciones presidenciales inmediatas.

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Si se enfrentaran en las urnas Lula y el alcalde de Sao Paulo, José Serra, terminarían una primera vuelta con un 30 y 27 por ciento de los votos, respectivamente, según el sondeo del Instituto Datafolha divulgado el viernes.

Pero en una segunda vuelta triunfaría Serra -del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y a quien Lula derrotó en el 2002- con el 48 por ciento de los sufragios frente al 39 por ciento.

La crisis estalló en junio, cuando un diputado acusó al Partido de los Trabajadores (PT) de Lula de pagar sobornos a legisladores con multimillonarios préstamos canalizados por el empresario Marcos Valerio Fernandez de Souza.

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La cúpula del PT cayó y el renunciante tesorero, Delúbio Soares, asumió toda la responsabilidad del manejo de dinero no registrado en las cuentas del partido, afirmando que fue usado para pagar deudas de campaña.

Compañías publicitarias de De Souza tenían abultados contratos con empresas estatales.

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El escándalo se agudizó el jueves cuando el publicista Duda Mendonca, a cargo de la campaña electoral del PT del 2002, incluyendo la de Lula, dijo ante una comisión legislativa que entre los pagos recibidos figuró el de 10 millones de reales (4,3 millones de dólares) en una cuenta en las Bahamas, un paraíso fiscal.

Afirmó que De Souza, considerado como puente de los movimientos financieros no registrados del PT, le dijo que era la única forma de recibir ese pago.

El caso implicaría varios delitos, como evasión fiscal, según reconocieron legisladores del PT, muchos de los cuales lloraron en el Congreso al conocer las revelaciones.

El líder del gobierno en el Congreso, Aloizio Mercadente, llegó a irrumpir en la sala donde sesionaba la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), que estudia denuncias de corrupción en la empresa estatal de Correos y en el PT, para expresar su "perplejidad e indignación".

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"Mi gran gristeza es saber de todo esto por la televisión y por la CPI", dijo Mercadente a la prensa, agregando que abandonaría el partido si no rectifica sus rumbos.

El publicista Mendonca dijo "creer" que los fondos correspondientes a la campaña de Lula, que lo llevó a la presidencia, fue pagada con "dinero oficial", pero no pudo garantizarlo.

La oposición mostró cautela ante la posibilidad de que el caso alcance directamente al presidente, pero algunos legisladores dijeron que incluso debía analizarse si se realizaba un juicio político a Lula.

"Tenemos que evaluar cuidadosamente el desarrollo de la declaración (del publicista Mendonca), pues, si queda caracterizado el delito, la oposición tiene y debe actuar", dijo el líder del Partido del Frente Liberal (PFL) en el Senado, José Agripino.

"No tengo duda de que un proceso de impeachment (acusación) dividiría profundamente a la sociedad brasileña, con consecuencias terribles", agregó.