Cuatro días después del anuncio del fin de la lucha armada del IRA (Ejército Republicano Irlandés), los gobiernos británico e irlandés esperan la confirmación del inicio del proceso de desarme que se prevé terminaría a principios del 2006.
Analistas señalan que gestos en esa dirección inyectarían confianza a la comunidad protestante, lo que permitiría iniciar en septiembre próximo los diálogos de paz.