Con trajes concho de vino o descalzos, los católicos de Chone participarán mañana de una procesión por la culminación del novenario que se realiza en honor al Señor de la Buena Esperanza, patrono de este cantón.
La romería se iniciará a las 19h00 y su recorrido se prevé que dure tres horas. El templo San Cayetano será el punto de partida de esta peregrinación. Los caminantes avanzarán por la avenida Eloy Alfaro antes de que retornen al templo mencionado, según Patricio Cedeño, párroco de esta iglesia. La procesión se organiza el último domingo del mes de julio.
Para la ocasión arriban feligreses de otras partes del país, unas 30.000 personas, calcula Cedeño. Por la mañana se celebrarán seis misas.
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Humberto Álava ha cargado la imagen desde hace 20 años. Dice que recibió un favor por parte del patrono y aquella es su manera de agradecerle.
“Es lindo observar balcones engalanados repletos de personas que lanzan flores a los que recorren la ciudad”, aseveró emocionada Melchora de Zambrano, otra devota.
A inicios del siglo pasado, llegó hasta el templo San Agustín de Quito la imagen del Señor de la Buena Esperanza. La congregación de los padres agustinos se encargó de fomentar la fe en Él.
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Con la llegada del padre Federico Ibáñez al cantón Chone, en la década del sesenta, la celebración religiosa en honor al Señor de la Buena Esperanza se convirtió en una tradición en esta zona.
La imagen estaba compuesta por un santo sentado en una silla de madera, vestido con una larga túnica de color rojo, y en su cintura llevaba un cordón amarillo. En sus pies calzaba unas delgadas zapatillas hechas con oro, en su mano derecha empuñaba celosamente una cruz de madera y en la izquierda un pedazo de caña, mientras que sobre su cabeza reposaba una corona de espinas.
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Ibáñez inició en los católicos la fe por el santo sentado. Así nacieron los novenarios que se organizan hasta ahora.